Un contrato a jornada completa y la expectativa de cobrar 1.800 euros de sueldo. Eso es lo que llevó a una mujer de Ceuta a cambiar su trabajo para embarcarse en una nueva aventura laboral en la empresa prestataria del servicio de atención a personas en emergencia de la Ciudad, Alvalop Servicios XXI.
Pero al llegar no se encontró nada parecido y ha estado pasando un auténtico calvario desde el pasado mes de noviembre mientras continúa trabajando en la entidad. En un principio, el contrato de jornada completa que le ofrecían duró muy poco tiempo ya que, a la semana y media de ser contratada, la cambiaron a media jornada y aun continúa con ella tras haber reclamado en varias ocasiones a la empresa.
“Es una injusticia, porque yo dejé mi trabajo porque me ofrecían un contrato de jornada completa, si llego a saber que lo iban a cambiar no lo acepto”, ha comentado esta mujer visiblemente enfadada.
Pero ahí no queda la cosa, ya que el dinero que se ofrecía en la oferta de trabajo tampoco se cumplió. Es más, incluso a sus compañeros, que sí estaban cobrando esa cantidad, también les recortaron sus honorarios a los 1.350 euros.
Contrariados, acudieron a la empresa a preguntar qué estaba ocurriendo y, según indica esta mujer, la única respuesta que recibieron fue la de que “como hay una persona de más”, el salario iba a ser ese de los 1.350 euros. Pero esta se trata de una cifra que la denunciante no ha percibido en el mes de diciembre, primer mes que ha trabajado completo, ya que su salario fue de 650 euros.
Una problemática que ha provocado que esta mujer pusiera, junto a sus compañeros, el grito en el cielo por haberse incumplido estas dos variables que se ofrecían en su oferta de trabajo.
Por esta razón, indica que los tres trabajadores de la empresa han estado en contacto con Comisiones Obreras para denunciar esta situación. “Mis compañeros sí están a jornada completa, pero les han recortado el sueldo, pero es que a mí me han cambiado el contrato a media jornada, además de no recibir el sueldo que deberían darme, por eso hemos decidido ir a denunciarlo a un sindicato”.
Otro de los obstáculos que tienen es el de no recibir el material adecuado para poder desempeñar su trabajo. “No nos han dado ni mascarillas ni guantes para poder ir a asistir a la gente”, comenta mientras informa que este dinero para tener el material ha tenido que salir del bolsillo de uno de los trabajadores.
Además, también relata la ausencia de coche de empresa, cosa que también le prometieron cuando entraba a trabajar.
Una circunstancia que la está llevando a estar “con el agua al cuello” ya que con el dinero que percibe no puede hacer frente a los gastos mensuales que tiene. “Menos mal que tenía algunos ahorros y con eso estoy pudiendo mantenerme”, finaliza.
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