Un paciente del
Hospital de Ceuta ha querido hacer pública la difícil situación que atraviesa a causa del “mal servicio” recibido desde hace casi un año.
Todo comenzó en febrero de 2021, cuando ingresó en el Universitario por
osteomielitis en el pie izquierdo causada por la diabetes que padece este hombre de 42 años.
Según explica, y tal y como ha hecho constar en la queja puesta al centro, “la
intervención de los profesionales entonces fue el suministro de antibiótico y, posteriormente, el alta médica”.
Sin embargo, el problema no cesó, pero, según indica, “el servicio médico se negó a intervenir quirúrgicamente el quinto metatarsiano en ese momento alegando su anticipada edad”. Algo que, declara, se fue repitiendo en sucesivos ingresos, llegando a estar en el Hospital de Ceuta internado hasta en cuatro ocasiones en estos meses.
Recientemente, explica, se produjo un nuevo ingreso, en el que el paciente recibió, por parte del equipo médico, la noticia de que “la infección se había expandido hacia los tarsos del hueso dañado que había sido diagnosticado con anterioridad. Motivo por el que le comunicaron que tenían que amputarle la pierna por debajo de la rodilla”.
Una consecuencia que el afectado asegura que “vino ocasionada por una expansión de la infección ocurrida a causa de la demora por parte de los sanitarios en la intervención que, incide, debería de haberse efectuado a tiempo puesto que había sido visto por ellos en repetidas ocasiones”.
Así las cosas, el enfermo permanece
ingresado en el Hospital de la ciudad desde el treinta de noviembre del pasado año y, antes de someterse a la intervención recomendada por los médicos de este centro, decidió solicitar una segunda opinión al servicio de Traumatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
Una solicitud que, comenta, tardó 40 días en efectuarse. Este lunes, por fin, llegó la fecha de la evacuación y, cuál fue su sorpresa que, al llegar a la capital andaluza, el doctor le informó que “le resultaba imposible llevar a cabo un diagnóstico de su caso y darle, así, una segunda opinión al respecto, porque el Hospital Universitario de Ceuta no había enviado junto al paciente los resultados de las pruebas pertinentes para el estudio del caso”.
El afectado, desolado, se ve obligado a regresar a Ceuta sin obtener ningún diagnóstico y con la indignación propia ocasionada por este episodio en una persona enferma.
Por todo ello, “pide que se depuren responsabilidades en la institución sanitaria, concretamente entre el personal que se encontraba en el ejercicio de su cargo tras haber actuado con falta de profesionalidad poniendo en compromiso grave mi salud y atentando contra mi integridad física y moral y mi bienestar como ciudadano con derecho a una intervención sanitaria integral y segura”, señala.
En la queja exige además que se solvente esta situación lo antes posible “para evitar, de esta forma, todos los daños y perjuicios que llevo sufriendo en toda esta experiencia con la Sanidad Pública de Ceuta”, concluye el afectado.