“Dentro se aprende mucho más que fuera. También a conducir”

Los presos de Los Rosales no sólo saben que la libertad no tiene precio. Aseguran que “dentro se aprende mucho más que fuera”, que la vida "es muy dura" y que “no nos damos cuenta de nada y creemos que lo sabemos todo... pero cuando llegamos aquí las cosas cambian”.

Tarek ha llegado a poner el coche a más de 200 kilómetros por hora. “A todo lo que daba, más de una vez... por la sensación, para probar el motor... porque era un irresponsable”, explica arrepentido y avergonzado. Sus compañeros también han cometido imprudencias. Desde ir sin carné, hasta adelantar en línea continua, haberse fumado unos canutos al volante o simplemente no llevar a sus hijos bien atados en la parte trasera. Sabían que era peligroso, pero “en el momento no lo piensas”. Entre rejas hay mucho tiempo para pensar. Demasiado. Por eso decidieron asistir a las clases de Francisco Rull, uno de los educadores del centro que acudió a las clases de formación en Madrid y regresó con el objetivo de “poder transmitirles la necesidad de ser responsables al volante”. Por el momento lo ha conseguido. Todos saben que el coche es un arma. Otro tipo. No tiene gatillo pero sí pedales. Distinto a una pistola o a un cuchillo. Pero un arma que mata.
“Si quieres matar a alguien no tienes más que llevártelo por delante, eso es así, queriendo o sin querer, por eso hay que ser responsable, cumplir con el código...y al fin y al cabo tener suerte de no encontrarte a ningún majara de frente porque ni siquiera cumpliendo uno mismo con todo se está a salvo”. Iván se apuntó al curso para seguir aprendiendo cosas porque “aquí dentro además hay que tener la mente ocupada y no hay nada mejor que ocuparla en formación”. Está en régimen penitenciario de tercer grado. Cometió un delito por tráfico de drogas. Está cumpliendo. Ahora lo único que quiere es “un trabajo digno y salir adelante”. Quizá ese trabajo esté relacionado con la conducción. Él es uno de los beneficiarios del programa de Becas de La Caixa que posibilita la obtención de carnés con una salida profesional. Para ser camionero o conductor de autobús. “Se trata de no cerrarme ante oportunidades de trabajo que pueda tener. Hombre...yo por preferir antes que camionero prefiero ser abogado...pero esta oportunidad no hay que dejarla escapar, como si trabajo de mamporrero, ¿entiendes?, el caso es ganarse la vida de manera digna”. Iván y Tarek se examinarán en breve.
Como novedad en este curso que empieza, el Centro Penitenciario de Los Rosales ampliará la formación teórica para los internos que quieran sacarse el carné de conducir y se encuentren en segundo grado. Un profesor de autoescuela acudirá al centro para impartir clases. Ellos tendrán que costearlo, pero el examen podrá realizarse en prisión. “Es muy caro, eso es lo malo, si fuera más barato seguro que no habría fuera tanta gente conduciendo sin carné”, explican. Once ceutíes cumplen penas por delitos contra la seguridad vial en la actualidad. Cinco hombres por conducir sin permiso, otro por hacerlo bajo la influencia de bebidas alcohólicas y otros cinco por conducción temeraria. “Éstos cursos hacen mucha falta, Tanto aquí dentro como fuera”. Francisco Rull, el educador, asiente. A su lado está Ramón. Él mismo actuó como monitor de educación vial y explicó a sus compañeros las ventajas de la responsabilidad al volante.
Quien más y quieen menos, a todos se les quitaron las ganas de hacer locuras en la primera sesión. “Los anuncios de la DGT son muy duros”, comentan.  Un mínimo descuido y destrozas tu vida o la de otra persona. Mustafa aún se estremece cuando recuerda que siendo un chaval golpeó a una niña mientras trabajaba con una furgoneta. “No tenía ni carné y no me olvido de la cara de la pequeña a la que no le pasó nada. Pero una décima de segundo puede provocar una desgracia fatal”. Lo que sí es seguro es que todos los que han asistido al curso “se pensarán más de una vez hacer una locura pero lo triste es que el hombre no aprende hasta que no le pasa algo y hasta que no tiene un fallo”.
Todos asienten y cada uno piensa en sus errores para no volver a caer. Quieren creer que la verdadera libertad es la de pensamiento pero entre rejas hay demasiado  tiempo para pensar.

“Un circuito en la ciudad evitaría muchos accidentes por velocidad”

La gente tiene problemas. Cada uno los soluciona como puede. La gente está estresada y también cada uno se desestresa como puede. Los asistentes al curso saben que muchas personas liberan su estrés conduciendo. “No es excusa, claro está, para hacer majaderías con el coche, pero para mucha gente ir al volante le permite soltar adrenalina y es lo que hacen”. Aseguran que en Ceuta hay muchos lugares donde la gente va a correr con el coche y con las motos “causando un peligro constante para el resto de la ciudadanía y para ellos mismos”. En el Monte Hacho, la carretera de Benzú, García Aldave... “en muchos lugares por la noche es muy peligroso pasear y todo se solucionaría si las autoridades hicieran un pequeño circuito que permitiera a la gente correr a más velocidad con el coche y soltar allí, de forma segura, la adrenalina”.Tarek es uno de los beneficiarios de la beca de La Caixa para secar un carnet de profesional. Ahora ya corre “sólo donde está permitido y el 24 de octubre comienzo la temporada porque soy federado y compito con la moto en la categoría de enduro”, explica. Asegura que en Ceuta hay mucha afición por la velocidad y que si “en pueblos más pequeños que Ceuta ha conseguido hacer un circuito, ¿por qué no se puede hacer aquí? Seguro que disminuía el número de accidentes”. Sus compañeros coinciden y aseguran que las clases deberían ser para toda la ciudadanía.

En detalle

Segunda Edición
La segunda edición de los cursos de Educación Vial en el Centro Penitenciario se inicia el 15 de septiembre. A ésta formación se une la oportunidad de completar el conocimiento mientras que los internos en tercer grado pueden obtener el carné de conducir. Este año, se incorporan los que están en régimen de segundo grado con la posibilidad de que un profesor de autoescuela les imparta las clases y se realice dentro el examen.
Beneficiarios
El Ministerio de Interior se propuso dar empuje a esta formación para reducir el número de accidentes. Más de 4.000 presos en toda España han participado en el programa. En Ceuta una veintena de presos se ha beneficiado el pasado curso y se espera el mismo éxito para el que viene.
Becas de La Caixa
Seis presos se han beneficiado este año en Ceuta de las becas que la Fundación La Caixa pone en marcha para procurar una salida profesional a los internos que se encuentran en régimen de tercer grado, esto es, que duermen en la penitenciaria. Las becas permiten costear, con la colaboración de una autoescuela donde se están formando, la obtención del carné de conducción de camión o de autobús con las miras puestas en tener una salida laboral en el mercado de trabajo. En el nuevo curso continúa el programa.