La Ciudad no tiene fecha concreta para iniciar la demolición del edificio ubicado en González de la Vega. Tras el decreto de ruina que los técnicos del área de Fomento de Ceuta dictaminaron a finales del año pasado, al existir un grave problema de saneamiento y amenaza de derrumbe, se consideró la necesidad de apuntalar el edificio como medida más urgente.
Ahora se está precisamente en esas labores. Una vez culminen se considerará si hay que optar ya por una demolición por la vía de urgencia o se pueden seguir los trámites necesarios para llevarla a cabo de manera más pausada, pero con igual fin.
“Seguimos lo que dijeron los técnicos en sus informes, apuntalaron el edificio para proceder a actuar y ordenaron el desalojo de los vecinos de manera inmediata. Se ha hecho un trabajo importante por parte de Emvicesa y Asuntos Sociales para todo el tema del desalojo y la reubicación, revisando documentos de viviendas”, ha explicado el portavoz del Ejecutivo local, Alejandro Ramírez, al término del Consejo de Gobierno celebrado este martes.
“Lo normal es que tras el apuntalamiento y cuando se saquen las pertenencias se demolerá dadas las circunstancias que rodean el ámbito técnico y el aviso de ruina inminente”, ha concretado.
Familias afectadas
Primero, no obstante, se debe apuntalar todo el edificio, trámite que tardará unos 10 días por lo menos antes de la demolición. Si se indica que no hay riesgo inmediato se tardará más, pero si ordenan la urgencia habrá que demoler cuanto antes.
Las familias que ocupaban el edificio tuvieron que abandonarlo después de tiempo siendo protagonistas de cuantiosos reportajes en medios de comunicación contando sus penurias. Incluso se produjo la entrada de okupas.
El edificio municipal ofrecía un peligro de derrumbe que hacía inviable que los ocupantes siguieran en esas condiciones por lo que tuvieron que ser realojados hasta la búsqueda de una solución definitiva.