El delegado dice que “los ceutíes nos hemos acostumbrado a pedir una cosa y la contraria”

Nicolás Fernández Cucurull señaló que es difícil la compatibilidad entre el comercio fronterizo atípico y el turismo, además de que “la fluidez absoluta en la frontera está reñida con la seguridad”; palabras que destacó en su discurso oficial en el Revellín

El delegado del Gobierno no dejó de lado la situación que se vive desde hace meses en la frontera del Tarajal en su discurso con motivo del Día de la Policía. Sobre este aspecto concreto dijo que intervenía también en su condición de ceutí porque “de un tiempo a esta parte, los ceutíes nos hemos acostumbrado a pedir una cosa y la contraria, y a no aceptar las consecuencias negativas de ninguna de las dos. Es una actitud que, con todo respeto, me atrevería a calificar de contradictoria”.
Según sus propias palabras existe una difícil compatibilidad entre “el denominado comercio fronterizo atípico y el turismo, a pesar de los enormes y poco reconocidos esfuerzos que a diario realizan las Fuerzas de Seguridad en la frontera. Por otra parte, la fluidez absoluta en la frontera está reñida con la seguridad. Sin embargo queremos comercio fronterizo, turismo, fluidez y seguridad”.
Reconoció que el Estado no ha hecho los deberes en materia de infraestructuras desde hace décadas, “pero tenemos q ue hacer, entre todos, el esfuerzo de fijar una estrategia y ello implica renuncias. No se puede querer todo y a la vez”.
Siguiendo en esa reflexión dirigida a todos los ceutíes mencionó que “nos falta, si me permiten la expresión, una mejor definición de nuestro proyecto de futuro y el Gobierno de España está dando pasos en este sentido, con el proyecto de remodelación integral de la frontera, la puesta en marcha de la frontera inteligente, el desdoblamiento de la carretera nacional 352 y la apertura del nuevo paso del Tarajal II”.
En otro orden de cosas, pidió un tratamiento lo más riguroso y lo menos alarmista posible de los hechos delictivos. Desde su punto de vista, la  “exageración de los hechos delictivos  tiene tres efectos negativos: la creación de una alarma social innecesaria, el desaliento de los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la proyección de una imagen negativa de la Ciudad que no se corresponde con la realidad”.
Sobre este punto dijo que para que se le entendiera bien iba a poner dos ejemplos. Por un lado, sobre que en los últimos días se había hablado de un incremento de la inseguridad en el Poblado Marinero y también un aumento de la criminalidad en las últimas semanas en todas la ciudad.
En el primero de los casos, explicó que analizado el periodo enero-septiembre de 2015 y comparado con el mismo de 2016, en ese recinto se produjeron 87 infracciones el año pasado frente a las 53 del actual. De los mismos, 49 fueron hurtos en 2015 frente a 17 en 2016.
Y sobre el aumento de la criminalidad vino a decir que las estadísticas del mes de septiembre de 2016 respecto al mismo mes de 2015 arrojan un descenso del 18% en los robos con violencia, del 37% en los robos con fuerza en las viviendas y del 30% del conjunto de los delitos contra el patrimonio. “El índice general del mes arroja un descenso de las infracciones del 14% respecto al mismo mes del año anterior”.
Tras poner estos ejemplos sentenció que podía dar muchas más, “solo pido humildemente, más rigor, en beneficio de Ceuta y en el de los que a diario desarrollan una brillante y entregada actuación policial. Es evidente que al ciudadano que haya resultado víctima de un delito, mis palabras no le van a servir de consuelo y sólo podemos disculparnos ante él por no haber sido capaces de evitarlo”.
En otro orden de cosas el delegado del Gobierno habló de como el Gobierno de España estaba orientando el “enorme esfuerzo que los ciudadanos realizan a través de sus impuestos hacia la superación de las carencias que en el Cuerpo Nacional de Policía, como en  tantos otros ámbitos públicos, se han producido en materia de recursos humanos y materailes, como consecuencia de la dura crisis que nuestro país y los de su entorno, han atravesado en los últimos años”.
Sus últimas palabras fueron para manifestar su agradecimiento y reconocimiento a quienes dieron la vida en acto de servicio, “a los que resultaron heridos en el cumplimiento de su deber, y a aquellos compañeros que, por otras causas, ya no se encuentran entre nosotros. Este año, los ceutíes hemos sido testigos directos de actuaciones del Cuerpo Nacional de Policía en la que los agentes han arriesgado sus vidas en defensa de nuestros derechos, nuestras libertades y nuestra seguridad”. SEGURIDAD CIUDADANA Con los ciudadanos
Labor conjunta
El máximo responsable de la Administración General del Estado en nuestra ciudad vino a decir que la seguridad ciudadana es la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de los ciudadanos para asegurar la convivencia pacífica, la erradicación de la violencia, la utilización ordenada de los espacios públicos y para prevenir la comisión de delitos y faltas con las personas y sus bienes. Concepto
Arraigado en las sociedades occidentales
Reflejó que este concepto de seguridad ciudadana está bien asentado en las sociedades accidentales, que tienen su origen en las revoluciones americana de 1776 y la francesa de 1789, especialmente en la primera, que tiende a garantizar los derechos individuales frente a la injerencia del Estado y sin impedir a los demás disfrutar de los suyos, a efectos de los cual es esencial asegurar el orden público, concepto que evolucionó hacia el de seguridad ciudadana, mucho más amplio, y que ya incorpora los valores del Estado social y democrático, tratando de garantizar la calidad de vida de los habitantes de cada país. Menciona que la seguridad ciudadana es la condición en la que las personas viven libres de violencia, sea del tipo que sea.

“En Ceuta se ha producido un descenso de la delincuencia”

En otro punto del discurso del delegado del Gobierno indicó que las estadísticas señalan que en Ceuta se ha producido un descenso continuado de la delincuencia en los últimos años. Así comentó que de 83,9 infracciones penales por cada 1000 habitantes en 2012 a 57,8 en 2016, un descenso de nada menos que 26,1 infracciones por cada 1.000 habitantes, un  31,1%.
Por otro lado, reflejó que si la tasa de criminalidad en Ceuta es alta, comparada con la de la media nacional, que es de un 43,1%, “ello no se debe a que Ceuta sea una ciudad insegura, sino al hecho de contar con una frontera terrestre y un puerto, a los que están vinculadas una buena parte de las infracciones penales (drogas, inmigración ilegal), de manera que si pudiéramos descontar los delitos vinculados a estos tráficos, la tasa de criminalidad en nuestra ciudad estaría en el ránking de las más bajas de España”.
Asimismo indicó que aún “siendo conscientes de la necesidad y conveniencia de mejorar en el futuro instalaciones y dotación de personal, lo cierto es que, a día de hoy, y refiriéndome al dato de personal, frente a la media de 3,6 agentes por cada mil habitantes, en Ceuta contamos con 13,3 agentes, esto es, multiplicamos por 3,7 veces la media nacional”.  También mencionó que la seguridad es responsabilidad de todos y pidió por tanto la implicación de todos los ciudadanos para conseguir un mejor nivel.