A la falta de cien agentes en los últimos años, Cucurull añade la dificultad de organizar turnos con los nuevos horarios
El déficit de la plantilla que afecta de manera sangrante a la Policía Nacional no solo tiene que ver con el hecho de que se hayan perdido 100 plazas en los últimos años sino, también, con las “mejoras sociales” que incrementan esa pérdida de rendimiento en un 30%. Lo ha dicho el delegado del Gobierno, quien considera que a la singularidad de la propia ciudad que absorbe más necesidades por disponer de un puerto y una frontera con una presión excesiva se le tiene que sumar el hecho de que haya unas mejoras laborales para la Policía que hacen más complicado la configuración de turnos las 24 horas. Se olvidó el delegado del Gobierno de apuntillar que esos logros se han alcanzado tanto en CNP como en la Guardia Civil tras la aplicación de normas europeas que rigen en más países y que persiguen que los funcionarios trabajen en mejores condiciones.
“Ceuta es muy singular, si estuviéramos en una ciudad de 85.000 habitantes en Castilla La Mancha la plantilla sería la mitad, pero el problema es que Ceuta tiene mucho que cubrir: una frontera, un puerto, servicios que consumen una parte importante. En mejoras sociales importantes en el colectivo de la Policía y de la Guardia Civil los horarios están regulados de manera más estricta que antes, resulta más difícil confeccionar una plantilla que abarque las 24 horas del día y eso limita el potencial. La entrada de nuevos horarios ha supuesto una reducción del potencial de servicio del 30% y eso complica atender todos los servicios”, expuso a los periodistas.
De momento solo han salido diez plazas para Ceuta y todas ellas serán para policías que tendrán que prestar servicio en un nuevo frente, el que suponga la apertura del Tarajal II. “Se han perdido cien plazas sobre la plantilla que debería tener Ceuta. En toda España se han tenido que adaptar a los nuevos horarios, en esto no es una singularidad de Ceuta”, añadió, cifrando la plantilla actual en unas 500 personas, número con el que la Jefatura no se ve capaz de atender todos los frentes abiertos, entre ellos el de garantizar la protección a los Bomberos cuando estos son apedreados. A este respecto, Cucurull ha evitado referirse a la existencia de un protocolo firmado para que CNP cubra esa ‘escolta’ (a pesar de que se firmó en la época de José Fernández Chacón como delegado del Gobierno) remitiéndose a la posibilidad de que haya efectivos para cumplir con esa protección por parte de unidades de la Policía Nacional.
Los Bomberos no tienen seguridad sobre quién les puede garantizar esa protección, ya que dependerán de si hay o no unidades, quedando evidente que los zetas de la Policía Local no están preparados ya que en la última emboscada del pasado domingo en Arcos Quebrados también fueron ellos apedreados.
Las primeras críticas sindicales, las de la CEP a través de su perfil en las redes sociales “Al final los derechos laborales del policía son los culpables de la falta de personal y no la falta de previsión de la Administración”. Así contestaba ayer la CEP a las declaraciones del delegado del Gobierno, lamentando la alusión a la mejora en los turnos de la Policía para vincularlo con la pérdida de potencial que ahora se puede prestar. Esos logros se han ganado tras años de lucha y después de directrices que han sido establecidas y marcadas por Europa para todas las Policías.