Delegación podría multar a los ‘cabecillas’ de la concentración

La Delegación del Gobierno podría multar a los organizadores de la concentración que tuvo lugar en la tarde noche de ayer en una de las rotondas de Loma Colmenar, porque no existían los permisos oportunos para su celebración, según ha podido conocer esta redacción.

Será necesario, en todo caso, la apertura de un expediente que deberá ser informado por los propios servicios jurídicos de la Administración estatal.
Alrededor de varias decenas de vecinos de Loma Colmenar se concentraron en la rotonda que está más cerca del Hospital Universitario, para protestar por la intervención policial que llevó a la detención del hijo del presidente de la asociación de vecinos y al final la reacción de algunos individuos provocó unos altercados que finalizaron con cuatro policías heridos y varias coches con daños materiales.
Los concentrados invadieron la carretera y por tanto no hubo más remedio que habilitar otra zona para el paso de los automóviles que subían en dirección al centro hospitalario o bajaron del mismo. La acción fue seguida a unos metros por agentes de la Policía. Destacar que, en un momento determinado, un encapuchado le prendió fuego a un contenedor, que obligó a la intervención del Servicio de Extinción de Incendios.

Delegación
Según ha podido conocer esta redacción, alrededor de las siete y cuarto de la tarde, el presidente de la Asociación de Vecinos de Loma Colmenar y dirigente del PDSC, Rafael García, se presentó en la Delegación del Gobierno para solicitar autorización para una concentración que iba a tener lugar para las siete y media. En la propia representación de la Administración General del Estado se le informó de que no se podía hacer un trámite con tan poca falta de tiempo y que como la concentración no tenía permiso y era ilegal, lo mejor que podía hacer era subir a Loma Colmenar y suspenderla. Un extremo que como se pudo comprobar no se hizo, sino que permaneció allí durante más de una hora y cuarto.
Además, fuentes oficiales han asegurado a esta redacción que la concentración de estas decenas de vecinos ha tenido lugar en una zona donde se produce la entrada y salida de las ambulancias del Hospital Universitario, lo que podría haber llevado a cabo algún problema, pero que gracias a Dios no fue necesaria la realización de ninguna acción que permitiera la circulación de los vehículos sanitarios por el lugar.

Asumir los errores

Hay que analizar una serie de cuestiones en torno a la concentración que se produjo en la jornada de ayer en la zona de Loma Colmenar. Simplemente, una consideración en torno a como se produjo la detención del menor la noche anterior. Aunque partiéramos de la base que la intervención hubiera sido desproporcionada, que no lo fue, porque el mismo menor reconoció en el Juzgado su acción y ha sido imputado por el juez, los vecinos no pueden tomarse la justicia por su mano. Estamos en un Estado de Derecho y, por tanto, si hay quien piensa que la actuación policial no fue correcta, se van a la Comisaría o al Juzgado de Guardia y lo denuncian. Lo que no es de recibo es que se agreda a los agentes y cuatro terminen en el Hospital Universitario, además de vehículos con daños materiales.
Pero volvamos a la concentración. Un presidente vecinal no puede utilizar el cargo para solucionar un problema personal. Y éso fue lo que hizo en la jornada de ayer el máximo dirigente vecinal de Loma Colmenar que, además se da la circunstancia que igualmente es dirigente del Partido Democrático y Social de Ceuta. Un dirigente que vió como se quemó por parte de un encapuchado un contenedor y no llamó a la Policía para que procediera a su detención.
Repito, como padre, su obligación era acudir al Juzgado y presentar una denuncia, no realizar una concentración ilegal, porque todos tenemos derechos y obligaciones y una de ellas es cumplir la ley. La obligación de la Policía era identificar al menor. La obligación del menor enseñar su documento. Pero éste ha reconocido el empujón al Policía, aunque la versión policial es aún más fuerte sobre esta reacción. Pero vayamos por los caminos de la ley, no de tomarse la justicia por su mano. Pero al día siguiente se vuelve y caen en el mismo error. Se le avisó a Rafael García que no podía tener permiso para concentrarse y aún así lo hace y aviva la permanencia en la misma vía pública. La autoridad gubernativa debería ahora cumplir con lo que marca la ley, con todas las consecuencias. Si la Policía Nacional hubiera aparecido y les conmina a abandonar ese corte, entonces a buen seguro que tendríamos repetición de los incidentes. Pero seguramente que por prudencia se optó que fuera la Policía Local la que permaneciera por los alrededores. Pero si hubiera sido como hemos hablado estarían cumpliendo con su deber. Porque los derechos de los vecinos de Loma Colmenar terminan donde comienzan los derechos de los demás ceutíes.