La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha mantenido este martes una reunión con los representantes del
colectivo argelino después de que llevaran a cabo una protesta en la plaza de los Reyes, solo de minutos, para clamar una pronta salida a la Península dejando de sufrir el bloqueo en el que llevan atrapados desde hace mucho tiempo. Tal y como ha explicado la
Delegación, en este encuentro Mateos les ha expuesto la situación que hay en este momento, a la espera de la resolución de los expedientes de asilo en Madrid. Hace falta primero que se dé ese paso para, después, avanzar en cada una de las situaciones que se han expuesto. En el
CETI residen ya más de 200 argelinos y desde la Administración central se les ha comunicado que se están llevando a cabo gestiones para tratar de agilizar la resolución de cada expediente. Los afectados se marchan confiados en que haya una salida porque no consideran justo que mientras ellos permanecen tiempo en el CETI, sin poder salir a la Península, los integrantes de otras nacionalidades sí estén marchando fuera.
Mucho tiempo de protestas
Las protestas de los argelinos han sido constantes y reiteradas en el tiempo, son protestas encaminadas a visibilizar su situación buscando que desde la representación del Estado en Ceuta se les dé algún tipo de solución que pase por evitar que permanezcan no solo meses, sino también años, en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. El lunes, prácticamente coincidiendo con la visita de la ministra en funciones de Hacienda, María Jesús Montero, los argelinos marcharon hacia la sede de la Delegación con la idea de organizar una sentada a modo de concentración. La Policía Nacional les instó a abandonar el lugar ya que carecían de permiso y por parte de la Delegación se les citó a un encuentro que finalmente se ha mantenido este mismo martes. En declaraciones a los periodistas, Mateos ha indicado que los argelinos le han trasladado sus quejas porque los subsaharianos salen antes que ellos. “Nos han pedido asilo pero hay que esperar a que se resuelva. He tratado de tranquilizarlos y decirles que, bueno, vamos a intentar poquito a poco ir sacando alguno más”, ha recalcado.
“Ellos me hablan cada uno de sus historias y me dicen que, aunque están en el CETI, están mucho mejor que en su tierra puesto que allí no tienen trabajo, no tienen para comer y para vivir”.