El Gobierno de la Ciudad ya se ha resignado. Tras pasar de la desesperación a la impotencia y la indignación tras el constante silencio que llegaba del Ministerio del Interior respecto a la financiación de la explanada de embolsamiento, por la que el Ejecutivo de Vivas le reclamaba que asumiese la mitad del coste- como supuestamente se había pactado-, finalmente Madrid se ha desentendido del asunto y la Ciudad cumplirá su palabra, tal y como en reiteradas ocasiones ha manifestado el consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, de que el área de embolsamiento continuará en funcionamiento aun cuando el coste de su mantenimiento haya de ser asumido íntegramente por la Ciudad. Interior ha mostrado una actitud cambiante, dubitativa y nada clara con respecto al asunto. Pasó de pedir un informe sobre la explanada para someter a estudio esa financiación a decir que lo consideraba suelo municipal y se eximía de responsabilidades. La respuesta definitiva por la que al Gobierno de Vivas no le va a quedar otra que hacer el desembolso completo llegó en plena campaña electoral, cuando la delegada del Gobierno dejó claro que por parte de ellos no va a salir ni un céntimo. Con Delegación completamente fuera de juego y a un mes de cumplir la primera mitad del año, la contemplada en los Presupuestos de la Ciudad para sufragar el coste de la explanada, la Ciudad se enfrenta a la tesitura de modificarlos para avalar con una nueva partida todos los costes que genere el área a partir del 1 de julio y que sumarán, en total, 1.200.000 euros. La situación se resolvería de forma inmediata con un expediente de modificación de crédito pero la coyuntura gubernamental tras el cese electoral lo imposibilitan. Será inviable mientras el Gobierno se encuentre funciones. Por ello, la vía más rápida será financiarlo a través de Agemvicesa, como organismo gestor del embolsamiento que tiene habilitado su propio presupuesto, y una vez se conforme el nuevo ejecutivo realizar ese primer expediente de modificación de crédito con una transferencia de capital al organismo municipal. El equipo de Salvadora Mateos continúa insistiendo en que nunca se llegó a sellar formalmente un acuerdo para sufragar esa mitad y si en algún momento se barajó este asunto quedó en unas meras conversaciones informales en las que, según Delegación, nunca se cuantificó la suma de gasto, ni mucho menos quedó firmado y sometido a un compromiso. El Ejecutivo de Vivas ha insistido en que a través de ese acuerdo verbal se dio garantía de cumplimiento y que, por lo tanto, no consideraron necesario formalizarlo. Asimismo le han recordado que eran conscientes del coste “desde el primer momento” y por ello nunca se remitió un documento, “pero tampoco se nos pidió”, han manifestado. Acuerdo verbal o no, lo cierto es que la Ciudad ya ha asumido su parte, recuerda que la obra les costó 400.000 euros y que, en total, en 2018, fue casi un millón los gastados por el Gobierno local “para dar solución a un problema que es competencia central”.