Sobre el cabo paracaidista Manuel Tuero Madiedo contacté con varios reclutas que él instruyó en Sidi Ifni en 1956, todos ellos me contaron lo mismo, era un Instructor duro pero que predicaba con el ejemplo
Sobre el cabo paracaidista Manuel Tuero Madiedo contacté con varios reclutas que él instruyó en Sidi Ifni en 1956, todos ellos me contaron lo mismo, era un Instructor duro pero que predicaba con el ejemplo, uno de ellos Jaime Tané Cufi de Tiradores de Ifni, con enorme orgullo recuerda que gracias a duros entrenamientos y teóricas del entonces Cabo Tuero le sirvieron para enfrentarse a una guerra con precisión y valentía y sobre todo nos hizo unos buenos Soldados. UN GESTO QUE HONRA AL CABO TUERO
La madrugada del 23 de noviembre de 1957 ante las sospechas de que se iba a producir un inminente ataque, el Cabo Tuero a las órdenes del Teniente Gustavo Calvo Goñi con su Sección fueron destacados al Cuartel de la Policía de Ifni, y la Escuadra del Cabo Tuero fue designada para apostarse al cruce de las calles Río Muni donde se instaló con su Pelotón un fusil ametrallador.
Sobre las 05:45 del día antes citado de repente el silencio se rompía con un estruendo de disparos de armas automáticas, inmediatamente salen en un Jeep a toda velocidad el Capitán Ceballos, el Teniente Silviano ambos de la Policía junto con el Teniente Calvo Goñi y cuatro policías cuando el jeep se encontraba cerca del Polvorín de Artillería recibió una lluvia de disparos del enemigo.
En dicho instante el Pelotón del Cabo Tuero Mediado y a la misma hora, el Cabo Tuero le dio el alto a un moro que iba con un burro y dos moros que le acompañaban, la respuesta fue una andanada de disparos de armas automáticas de fusilería y metralletas, en cuya refriega fue herido el Cabo Tuero en la cabeza y un brazo, resultando muerto el paracaidista José Torres Martínez y herido el también paracaidista José Lorenzo Ceballos.
Cuando llegó al lugar el Comandante Jefe de la II Bandera Tomás Pallás Sierra ordenó recoger los muertos y los heridos para trasladarlos al Hospital Militar, ordenándole el Comandante Pallás al Cabo Tuero que en el mismo Jeep se trasladase a curarse al Hospital al Cabo Tuero. Sin embargo, el Cabo Tuero insistió en que le dejase continuar hasta finalizar a pesar de estar sangrando en la cabeza y una mano.
El Comandante Pallás, lleno de orgullo y emoción felicitó al Cabo Tuero y a sus compañeros, que se insertara en la orden de la Bandera este gesto de heroísmo y posteriormente a través del mando se propuso al Cabo Manuel Tuero Madiedo para la concesión de la “Cruz Roja al Mérito Militar”, condecoración que más tarde le fue concedida con pensión, a la que el Cabo Tuero rehusó. Algo que le honra y demuestra la categoría humana de todo un caballero con mayúsculas, como es el entonces cabo paracaidista Manuel Tuero Madiedo hoy Doctor en Derecho, y no conseguido como un regalo, el tesón y el pundonor de este asturiano le honra y mucho. EN EL SALTO DE GUERRA DE TILIUIN
El 25 de noviembre de 1957 el Gobierno General del África Occidental Española a través de su Estado Mayor, redactaba una orden de operaciones (P-1) en este caso la Orden detallaba un desembarco aéreo sobre Tiliuin que se encontraba cercado por el enemigo, con el objeto de liberar dicho puesto del cerco que le tenían sometido los Rebeldes.
Reunidos los 75 Paracaidistas con el Capitán de la 7ª Compañía Juan Sánchez Duque en cuya unidad se encontraba el Cabo Tuero, el Capitán viendo las heridas que tenía le indicó que se quedase en la Compañía, mas el espíritu militar del Cabo Tuero le rogó y le insistió al Capitán que le incluyese con los componentes de dicho salto, esta petición así se desarrolló “… Mi Capitán si me piensa ser evacuado al Hospital Militar de las Palmas, me niego y menos ahora que hay jaleo”. El Capitán, viendo la tozudez del Cabo Tuero se encogió de hombros y aceptó que el Cabo Tuero saltase con sus compañeros de la 7ª Compañía en el primer salto de guerra sobre Tiliuin.
La Patrulla del Cabo Tuero estaba compuesta por un Cabo 1º, 3 Cabos y 11 paracaidistas, a pesar de que en su avión no iba ningún Oficial, el vuelo transcurrió con total normalidad con un silencio sepulcral, la mayoría pensando en qué iba a suceder, no obstante el vuelo transcurrió hasta el salto con total normalidad, excepto porque cuando iban sobre el aire podían observar a lo lejos el estruendo de los cazabombarderos del Ejército del Aire ametrallando y bombardeando los flancos para impedir que el enemigo les atacase cuando iban en el aire descendiendo hacia tierra.
Cumplido su compromiso en la Agrupación de Banderas Paracaidistas, Manuel Tuero Madiedo, hombre constante, ingresaba en la Universidad y se matriculaba en Derecho, carrera que logró finalizar y, más tarde, con la experiencia adquirida, doctorarse en Derecho.
Años más tarde, siendo Gobernados Militar de Asturias, el entonces General de División Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce tras un acto oficial fue el cabo Tuero a presentarse ante quien había sido su General en Ifni, con honda emoción el General Gómez Zamalloa y el entonces Cabo Manuel Tuero Madiedo se fundieron en un abrazo de emoción como lo que eran dos viejos soldados.
El Cabo Manuel Tuero Madiedo como la gran mayoría de combatientes de Ifni/Sáhara y, entre los que me incluyo yo, me identifico con lo que mi amigo y compañero el antiguo combatiente y hoy Comandante Jesús Abellán Segovia en Ifni y Villa Bens así escribió “… Si hay pueblos que son poco agradecidos para con aquellos de sus hijos que lo dieron todo por el bien de sus compatriotas incluso hasta la vida creo que sin duda es el pueblo español…”.