Entre 400 y 500 personas, según la Policía, algo más de 600, según el PP, se dieron cita ayer tarde en la plaza de los Reyes para secundar la concentración que bajo el lema, ‘Todos con la Guardia Civil’, había convocado el PP. Menor número del esperado incluso por los propios organizadores y que se alcanza después de una semana en la que el plante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), arropada por la amplia mayoría de sindicatos, dejó claro que con actos de este tipo no se defendía al Instituto Armado. Evidente que la colaboración más mediática de todas las publicadas desde hace 14 años por AUGC en El Faro ha hecho mella.
Los organizadores, analizando la cita desde otro prisma, consideraron la concentración un éxito. Haciendo la cuenta de la vieja, si tan solo hubiera acudido un único familiar de cada guardia civil destinado en Ceuta, no hubieran entrado en la céntrica plaza. La misma cuenta vale si se aplica a la amplia militancia del PP. Los números no salieron.
A las 19.00 horas y con la llegada del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a la plaza, comenzaban a concentrarse todos aquellos que sí quisieron unirse a esta cita. Faltaban los sindicatos más representativos de las fuerzas policiales, ya que no fueron ni los representantes sindicales de la Policía Local, ni el SUP ni el SIPE de la Nacional ni, por supuesto, la AUGC. Sí que estuvieron algunos policías nacionales de paisano y el segundo jefe del CNP. Jaime Castellví; policías locales y su superintendente, Ángel Gómez, amén de directores provinciales y cargos directivos dependientes de alguna de las dos administraciones. Prácticamente a la misma hora y por un lateral de los Reyes, un grupo reducido del PSOE, encabezado por su secretario general, José Antonio Carracao, reventaba la concentración para, “personándose” pero “sin apoyar”, exhibir una pancarta con la que denunciaban las mentiras y manipulaciones de la cita además de que pedían el cumplimiento de los derechos humanos. El PSOE no respetó el sentido democrático de la convocatoria de una manifestación hecha por otro partido y cayendo en el más absoluto de los infantilismos optó por, en silencio, dar la nota en una concentración que ya comenzaba mermada.
¿Y qué pasó? Pues que algunos de los presentes terminaron calentándose y reprochando a los socialistas que estuvieran allí o, incluso, enfrentándose entre ellos a pesar de ser del mismo partido como sucedió con una pareja de populares que, tras enfrascarse entre ellos, se dieron cuenta de que ambos defendían a la gaviota. Algo inconcebible pero que ayer terminó por pasar.
Se escucharon los típicos vivas a la Guardia Civil o los fuera, fuera dirigidos hacia la reducida comitiva socialista. El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González, quien confesó a los periodistas que le hubiera gustado estar detrás de la pancarta sostenida por Vivas, Bel, Nieto y demás miembros de la cúpula del partido, siguió la concentración desde la puerta de la Delegación del Gobierno. Desde ese prisma veía el discurrir de los acontecimientos hasta que optó por dar el salto, cruzar y empezar a estrechar manos y repartir abrazos entre los presentes, agradeciendo su participación.
Y así, entre besos, manos, frases y demás, llegó hasta el lugar en donde estaba el PSOE para saludarles. Algo que, hasta el momento, no había hecho nadie de su partido que miraban de reojo la situación.
Algunos incondicionales del PP, que ya estaban en la fase de acordarse de Rodríguez Zapatero como causante de todos los males, sintieron ese acto basado en el mero respeto como una puñalada en su corazón, así que empezaron a gritar y reprochar la presencia de los socialistas. González Pérez, ya reconvertido en pacificador de los reductos de masas que tenía delante, les pidió calma recordándoles que, a su manera, el PSOE estaba también allí defendiendo a la Guardia Civil. Frase que no hizo más que caldear los ánimos y encender las conversaciones cuyas temáticas ya se perdían en una divagación política que nada tenía que ver con la Benemérita, sus derechos y libertades.
- “Me permitís por favor, escuchadme... Estos señores están aquí para apoyar a la Guardia Civil...”, gritaba el delegado.
- “¡Fuera, fuera!”, reprochaban algunos miembros del PP que, sin pensarlo, estaban haciéndole el juego al PSOE y su plan de tarde.
- “¡Dejádme hablar!”, replicaba crispado el delegado, mientra sus asesores contemplaban, en la retaguardia, los modos y maneras de su jefe. “¡He venido para agradecerle al PSOE su presencia aquí, lo que ponga en su pancarta es problema de ellos... están aquí para apoyar a la Guardia Civil!”, añadió González.
-“¡Para la foto!, ¡están para la foto!”, gritaban algunos populares. “¡Tenían que haber venido sin pancartas!”, espetaban. “¡Fuera, fuera!”.
El diálogo era acompañado por los gestos de un González Pérez pidiendo la paz quebrada mientras su colega de filas, Juan Vivas, pancarta en mano, perdía todos los focos y contemplaba con cara de póker lo que sucedía.
Sus palabras anteriores habían perdido el sentido con la aparición en escena del delegado. Y es que antes de este ‘momento-enfrentamiento’ el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, recordaba que la de ayer era una concentración que no iba contra nadie, “va a favor de la Guardia Civil” ya que con motivo de la tragedia del pasado 6 de febrero “quien no podía salir perjudicada es la Guardia Civil, ni unos agentes, unos servidores públicos que arriesgan de manera permanente su integridad física por defender la libertad, la igualdad y la convivencia de los españoles”, indicaba a los periodistas.
Vivas lamentó que la Benemérita haya estado recibiendo en estos días unos mensajes de los que “no son merecedores”, por lo que, con el acto de ayer, “hemos pretendido no ir contra nadie, ir a favor de la Guardia Civil. Estamos convencidos de que nunca le va a fallar ni a Ceuta ni a España y queremos decirle que a ellos nunca les va a faltar el aliento de los ceutíes, de muchos más de los que han venido”, apuntó.
Vivas no obvió referirse a la polémica previa existente en torno a esta concentración. La lamentó por no ser deseada, ya que “el PP solo quiere poner de manifiesto su apoyo, admiración, respeto y cariño a la Guardia Civil”. Vivas confesó no haber leído la pancarta del PSOE, grupo al que poco quiso referirse y al que ni se acercó, recalcando que con actos como el de ayer tan solo quedaban “retratados”. “Nosotros estamos aquí para apoyar a la Guardia Civil y hay otros foros en los que el debate político partidario tiene su lugar, este no es el lugar apropiado para entablar un rifirrafe partidista”.
¿Y qué piensa Vivas de la ausencia de la AUGC? Se le preguntó y contestó: “Respeto a quienes han querido venir y a quienes no, también a los que se han mostrado contrarios, pero la AUGC lo que debe saber es que estamos con ellos porque estamos con todos los guardias civiles y en eso coincidimos”, puntualizó.
Las palabras de Vivas tenían coros de fondo, ya que los vivas a la Benemérita no dejaban de escucharse en la plaza, plagada, también, de agentes de los servicios de Información y espías varios encargados de trasladar en informes lo que allí estaba sucediendo. El PP hablaba de derechos y defensa de los guardias civiles, instando a la participación de los agentes en un acto, cuando curiosamente tienen prohibida la asistencia a no ser que quieran ser sancionados como así ha ocurrido. La historia reciente tiene como protagonistas a guardias civiles que han sido amonestados con faltas muy graves por asistir a concentraciones como la que se les citaba ayer.
De esto nadie hablaba. Ni el PP ni el PSOE, que con su pancarta reclamaba la defensa de los derechos humanos y aludía a las mentiras populares cuando tampoco teniendo mando en plaza dieron libertades plenas a la Guardia Civil. Agentes de la Policía Nacional de la UPR estaban en los laterales de la plaza para controlar la situación.
Entre los presentes había varios que portaban pegatinas con la bandera de España y el escudo de la Guardia Civil. Algunos optaban por el silencio pero otros se entregaban a una crispación verbal sin igual, formándose grupos dispares con también dispares conversaciones. El teníais que estar todos muertos sonó como un jarro de agua fría en la plaza, a lo que siguió el habéis llevado a la ruina a España y no faltó el sinvergüenza o Rubalcaba-terrorismo-Faisán para terminar con el viva la Guardia Civil. Si el acto nacía como algo al margen de la política, terminaba pareciéndosele.
El secretario general del PSOE, José Antonio Carracao, agradeció el comportamiento de la gente aludiendo a la “discrepancia democrática” existente en torno a este asunto, obviando, no obstante, que con su ‘acto de reventón’ había caído en su propia trampa de mostrarse como incapaz de asumir lo que otros partidos convocan. “El PP intenta apropiarse de los símbolos y de las instituciones, como si fueran solo ellos los que la defienden. Por eso nos hemos personado en esta plaza para mostrar que todos estamos con la Guardia Civil pero en contra de las mentiras y de la manipulación que el PP está haciendo de esta institución”, indicó a los periodistas. “Estamos dando muestras de una sana confrontación democrática”.
Al término de la concentración, la Delegación del Gobierno envió una nota de agradecimiento dirigida a los “centenares de ceutíes” que se habían dado cita. “En estos momentos difíciles, en los que se ha cuestionado el trabajo de los agentes que custodian el perímetro fronterizo, es preciso destacar, una vez más y sin ambigüedades, el trabajo diario callado y eficaz que realiza la Guardia Civil de Ceuta, un cometido de vital importancia no sólo para nuestra ciudad sino para toda la Unión Europea, que cuenta con el apoyo y el respeto del delegado del Gobierno, consciente de la complejidad y de la trascendencia de la tarea que realizan todos y cada uno de los agentes de la Comandancia”, indicaron.
“Ha sido profundamente injusto el tratamiento que determinadas personas y organizaciones han atribuido a la Guardia Civil, tras los desgraciados sucesos ocurridos en la frontera, tratando de criminalizar la labor de los guardias civiles, cuya manera de proceder a lo largo de toda su historia constituye un ejemplo y un motivo de orgullo para todos los españoles, hombres y mujeres, incluso han entregado su vida para garantizar la seguridad y la libertad de todos los ciudadanos de este país”.
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