Justo tras la marcha de la ministra, justo después de que todo lo relacionado con el abastecimiento de agua sonara a fantasía, nos topamos con la triste realidad representada en la queja de varios vecinos de la Almadraba, víctimas del mal funcionamiento de la administración que se muestra incapaz de dar soluciones. Llevan desde el martes sin agua, todo por culpa de una avería en una tubería de la que Acemsa no se hace responsable porque dice que se encuentra en un establecimiento. Que esa tubería esté ahí es el producto del caos urbanístico que afecta cada vez a más barriadas, hasta el punto de provocar que hoy en día tengamos farolas dentro de casas o tuberías, como sucede en esta historia, dentro de un local.
Pero esta situación a la administración parece que no le interesa. Dicen que no tienen por qué arreglar la avería y dejan a varias familias sin el abastecimiento básico desde el martes y hasta hoy. Las famosas 24 horas de agua a las que aludía el presidente Vivas en su encuentro con la ministra García Tejerina parece que tienen su punto y final en este vecindario, como si constituyeran un caso al margen de todo, como si dejar a más de 30 vecinos sin agua fuera lo más normal del mundo, en pleno 2017.
Son demasiadas las ocasiones en las que los muros de las administraciones se presentan imposibles de franquear. Es como si fuéramos seres inútiles que por más que pongamos de manifiesto una injusticia nadie sea capaz de atendernos para resolver lo más sencillo. Si una tubería responsabilidad de Acemsa ha terminado donde no debiera será por culpa de quienes han dejado actuar hasta desvirtuar el plan urbanístico ordenado que debiera tener esta ciudad. Pero de ello serán culpables todos menos los vecinos afectados, a los que no solo se les deja sin capacidad de protesta sino que no encuentran, 48 horas después, sin lugar al que exigir una acción contundente, rápida y adecuada. Solo adecuada a lo que el propio Vivas y la ministra Garía Tejerina se comprometieron... ¿cómo era? Sí, abastecimiento sin problemas para la ciudadanía. A esta historia, ¿cómo la llamamos entonces?