Categorías: Política

Del 20-F a las avalanchas de inmigrantes políticamente interesadas

El movimiento del 20 de febrero marcó la denominada primavera árabe dejando el norte de África completamente desestabilizado.

La caída de los dictadores que hasta la fecha habían ejercido correctamente el papel de perros guardianes de la inmigración para una Unión Europea capaz de gestionar ayudas, fondos y subvenciones millonarias a su antojo era un hecho. ¿Cuánto tiempo iba a tardar el fenómeno migratorio en mostrar su cara más dura? El dictador Gafadi, a quien Europa primero y España después ofrecieron todo tipo de halagos, afirmaba sin tapujos la forma en que iba a presionar a los países del sur: utilizando a los inmigrantes como moneda de cambio. Las advertencias fueron un hecho con la salida de barcazas cargadas con cientos, con miles de inmigrantes que han terminado por desestabilizar la isla italiana de Lampedusa, convertida hoy por hoy en un gran campamento de sin papeles. ¿Y en Marruecos? A sidi Mohamed le salió la vena demócrata con un referéndum fantasma marcado por el pucherazo a lo bestia, con el anuncio de libertades y con la promesa de una introducción gradual de eso que se llama democracia y que se aplica, no en toda la extensión que se debiera, en Europa. ¿En qué lugar se nos queda la inmigración? En el más destacado de todos. Junto a la crisis económica, la inmigración clandestina se ha convertido en uno de los problemas más importantes para la Unión Europa, capaz de traicionar sus principios y valores con tal de quitarse la presión de los sin papeles de encima. Si potencias como Francia e Italia reclaman inventarse fronteras para frenar las entradas de inmigrantes que no interesan, Europa se lo concede. Si ambas potencias están implicadas en la falta de atención humanitaria a barcazas que se hunden repletas de inmigrantes, la UE decide no investigar más allá de una pésima declaración de intenciones. Si ambas potencias favorecen un atroz incumplimiento de los derechos humanos, Europa mira hacia otro lado.
¿Y qué pinta en todo esto nuestro pueblo? Pinta lo que pinta ser frontera sur de Europa, pinta lo que significa estar ubicado en un punto fronterizo que tiene sus pros y sus contras. Sirve para llorar al papá Estado y al papá europeo reclamándole más dinero por nuestra condición de algo así como región ultraperiférica, pero también sirve para tener que hacer frente a una inmigración que nos puede llegar, según épocas, con mayor o menor presión. Claro está, es algo a lo que no podemos renunciar ni menos replicar con mociones plenarias en la que reclamamos que nos entre un número x de inmigrantes… ¿llegará el momento en que seamos tan necios tan necios que lleguemos a pedir al Estado que haga lo que sea para que sólo nos entren los inmigrantes que no nos desagradan tanto? Quién sabe. Ni PP, ni PSOE, ni Caballas han demostrado estar a la altura política de un asunto realmente importante. Se han ceñido a mirarse sus ombligos sin cuestionarse la caída del control migratorio en los países que ejercían, con dictadores a la cabeza, de perros guardianes. Tampoco se han cuestionado la cada vez más fracasada política de la agencia europea de fronteras, Frontex, que camina completamente descabezada y sin criterios claros. Tampoco han querido vincular las entradas de subsaharianos que se están registrando desde el pasado junio con mayor fuerza con el revuelo de la llamada primavera árabe y la caída de los controles y fronteras internas. Eso significa pensar demasiado. Resulta más sencillo llorar, ejercer el lenguaje plañidero o, a lo sumo, culpar al de siempre: al vecino Marruecos. Punto y final.
El norte de África arrastra el caos derivado de la caída de sistemas que hasta la fecha habían controlado todo en exceso. Eso ha dejado miles de víctimas en el camino: los hombres, mujeres y niños, sin papeles, que han quedado retenidos y atrapados en auténticos campos fronterizos en los que reina la picaresca, las mafias y la violación de los derechos humanos. La Unión Europea no habla de esto, porque no interesa. Al igual que tampoco interesó eso de investigar los atentados cometidos por Marruecos tras los asaltos a la valla de 2005, tras los que abandonó a decenas de subsaharianos en el desierto. Europa miró hacia otro lado, no quiso sancionar actuaciones de un gendarme, el marroquí, que abandonaba a embarazadas, a heridos, a niños en los desiertos para castigar su osadía por asaltar la valla de Ceuta. Tampoco Europa quiso investigar las redadas con perros llevadas a cabo en los montes de Beliones, ni saber quiénes fueron los autores de los asesinatos de aquellos subsaharianos que fueron tiroteados por la espalda cuando intentaban saltar la valla de Ceuta.
Hoy siguen produciéndose las mismas violaciones de los derechos humanos, mientras la inmigración se mueve dominada por las mafias. Los nigerianos controlan muchos de los movimientos de subsaharianos que cada madrugada despiertan al Servicio Marítimo. Se han convertido en capos del negocio de la inmigración. Son los que disponen de mejores contactos para facilitar una entrada a nado, como las que se están produciendo –pagando al que deja corromperse- o en automóvil –una vía más cara, que alcanza los 1.000 euros y que sigue produciéndose-. En un informe publicado por la oenegé Médicos Sin Fronteras, se indica que un 30% de las violaciones o lesiones sufridas por los inmigrantes son ejercidas por los propios africanos que controlan esas mafias, que violan a las mujeres y que montan un negocio explotando a sus compatriotas. El resto son provocadas por los delincuentes magrebíes o por la propia policía marroquí, que no entiende de refugiados políticos ni de derechos y termina coordinando expulsiones a la frontera con Argelia de los grupos que son detenidos.
Ante este auténtico caos de fronteras en el norte africano, Europa se muestra inquieta, buscando políticas de consenso, sin saber qué medidas adoptar. Ceuta y Melilla reciben parte de esa presión, pero también lo hace el sur peninsular en mayor medida y el sur europeo con llegadas escalofriantes de inmigrantes. ¿Y Marruecos? También lo está sufriendo. La entrada, en la madrugada del pasado viernes, de 23 subsaharianos pudo haber sido mayor. El grupo era de un centenar y los agentes marroquíes se las vieron y desearon para poder contener a todos ellos. Las imágenes que celosamente guarda en el COS la Benemérita demuestra cómo es la situación. Más allá de las denuncias, curiosamente similares, de los sindicatos policiales como UFP, CEP y SUP, atentatorias contra Marruecos, los videos del Instituto Armado muestran a agentes marroquíes que se ven imposibilitados para controlar a grupos que llegan desde los montes de Castillejos. Allí viven no más de cien subsaharianos, pero conforme se van vaciando se van surtiendo de las llegadas del gran bosque, el de Beliones, en donde se estima la presencia de más de 500, entre ellos embarazadas y posiblemente niños de corta edad. De allí salió Gift, la pequeña de tres años que junto a su madre Mercy, consiguieron llegar en una balsa el pasado 6 de julio, con motivo de la visita de Anna Terrón, jefaza de Inmigración, a Ceuta. El esposo y padre de ambas todavía no ha podido cruzar. Espera en los montes. Ambas, acogidas en la ciudad, esperan el momento. No había dinero para que los tres cruzaran aquel 6 de julio, por eso el varón, natural de Níger, optó por esperar el momento adecuado. Como él esperan más compatriotas. Hace falta dinero, no ya para comprar una balsa o una cámara, sino para pagar el contacto que informará del momento adecuado para llevar a cabo el pase.
¿Y España, y Ceuta? Avanzan como pueden. Los CETI de las ciudades hermanas sortean un verano complicado. Las gestiones llevadas a cabo por Interior y por Inmigración se erigen en parches que ayudan a ir superando los meses. De momento lo van logrando. Entre esa presión del día a día, entre esa marabunta de informaciones se van colando historias que se convierten en pequeños milagros. Los indios del bosque, que consiguieron su sueño tras 4 años en la ciudad; la ristra de enfermos o la de familias que han conseguido salir adelante; o la de escapadas por su condición sexual… son otras historias de una inmigración que deja su huella en Ceuta y Melilla. Dos ciudades que han acogido ya decenas de seminarios que hablan sobre interculturalidad, convivencia, inmigración… dos ciudades que viven al lado de fronteras y que siempre tendrán una historia vinculada a la inmigración… dos ciudades cuya clase política debe evitar caer en conclusiones generalistas con las que tratan el asunto de los fenómenos migratorios como si no fuera con ellas, como si se tratara de asuntos excepcionales. ¿Creen que Ceuta o Melilla pueden entender periodo alguno de su historia actual y futura sin la inmigración? Creerlo es caer en un error mayúsculo. ¿Creen que este fenómeno puede reducirse a números, a impactos provocadas por impresiones políticas interesadas por el momento en que estamos?
Europa camina enferma, tocada, sumida en un shock mientras África se revuelve. Ahora es el norte, que nos escupe sus consecuencias más directas. ¿El sur? Todavía envuelto en concepciones tribales de vida y en falta de mentalidades revolucionarias se encuentra estancado pero con una fecha de caducidad. La pregunta es si la UE, su famosa Frontex y su política de tratados, convenios, propuestas y declaraciones estarán a la altura de las circunstancias.

Situación actual

En tres meses se ha producido la entrada de unos 500 inmigrantes. A finales de los años noventa y principios de 2000 se registraron noches en la frontera con entradas de casi 400 personas. Se tuvo que recurrir a la colaboración permanente del Ejército.

Métodos

A las entradas de subsaharianos se están sumando la de los argelinos. Las diferencias entre ambos son claras. Mientras los primeros entran en balsa y a nado, pagando pequeñas cantidades de dinero para sobornar la vigilancia y convertirla en prácticamente inexistente, los segundos recurren a métodos que recuerdan épocas pasadas. Así ocurre por ejemplo con los llamados motores humanos. La Benemérita ha presentado ante el juzgado en estas dos últimas semanas a dos magrebíes a los que se les acusa de ejercer de motores humanos, es decir, de facilitar la introducción de argelinos ayudándoles a orientar sus barcas. La Audiencia llegó a erradicar este tipo de prácticas imponiendo sentencias de hasta ocho años de prisión. Ahora vuelven.

En el mar

La Benemérita presta especial atención a las motos de agua. Ya se han producido dos entradas de inmigrantes abandonados cerca del Tarajal por motoristas que se mezclan con los vehículos playeros. Cuentan con la connivencia de personas que esperan en la playa para facilitar que el pasador abandoné allí al inmigrante. También se han contabilizado algunos casos de inmigrantes que son abandonados por embarcaciones mayores para despistar las fuerzas del Marítimo. En este campo cuenta especial importancia los barcos de pesca falsos que se mezclan con los pescadores marroquíes que faenan en ambas bahías.

Presión

Alcanza los 500 inmigrantes en los montes de Beliones, pero en las pensiones de Tetuán o Tánger el número no puede estimarse. Para Marruecos se ha convertido, también, en un problema. La inmigración que llega a España por las puertas de entrada de Ceuta y Melilla suponen un 4% de la que llega al país por otras vías como los aeropuertos.

Entradas recientes

Interceptada una embarcación con 2 toneladas de hachís

En la madrugada de este sábado una nueva operación acometida por la Guardia Costera de…

21/07/2024

Ceuta Ya!, aliado en la lucha contra el comercio de armas con Israel

Ceuta Ya! ha anunciado este domingo su adherimiento a la campaña para poner fin al…

21/07/2024

Los piragüistas de Los Delfines culminan con éxito el Nacional en Galicia

El campeonato de España de Velocidad para jóvenes promesas ha llegado a su fin este…

21/07/2024

Voluntarias sevillanas rompen con alegría la rutina en Cruz Blanca

Un grupo de 11 voluntarias de Sevilla, de la Asociación Juvenil Entrepuentes, perteneciente al Opus…

21/07/2024

Feria 2024: bonificación de 30 euros en transporte marítimo

“Ven a Ceuta con un descuento en el billete de barco para no residentes”. Servicios…

21/07/2024

El Congreso debatirá el martes la reforma de la Ley de Extranjería para los traslados de menores

El Pleno del Congreso de los Diputados debatirá este martes la toma en consideración de…

21/07/2024