El Defensor del Pueblo presentó ayer el informe anual correspondiente a 2020 que recoge 49 quejas y solicitudes presentadas por varias personas de Ceuta, que comprenden desde la situación de los españoles atrapados en
Marruecos con motivo
del cierre de fronteras hasta las quejas de los vecinos próximos al Palacio de Justicia por los gritos y ruidos procedentes de los calabozos.
En este último caso, el Defensor informa que se acordó el inicio de una investigación de oficio después de tener conocimiento de las protestas vecinales debido al ruido producido por los detenidos. “Iniciadas actuaciones de oficio, se dio traslado de la situación a la Subdirección General de Obras y Patrimonio del Ministerio de Justicia, cuyo personal técnico se desplazó a la ciudad autónoma para valorar posibles medidas para evitar eventuales molestias por esos ruidos”.
Aclara el Defensor que se determinó que “una solución factible sería la insonorización mediante la colocación y sellado de tres ventanas anti-sonido en la zona de calabozos y el consiguiente sistema de ventilación forzada en las citadas dependencias”. Así, aprobada la oferta de la empresa que llevaría a cabo la obra, la Gerencia Territorial de Sevilla del Ministerio de Justicia estimaba que la obra estaría finalizada en el primer trimestre de 2021.
La situación derivada del cierre de
fronteras y la cantidad de atrapados a uno y otro lado del paso del Tarajal es motivo de análisis en este informe, que desliza una crítica clara a la menor agilidad ofrecida para la entrada de los españoles atrapados en el vecino país. La Institución considera “altamente positivo que, por motivos humanitarios y como consecuencia de los compromisos internacionales suscritos con Marruecos, se haya permitido el cruce de fronteras de ciudadanos marroquíes para que puedan dirigirse a sus lugares de residencia en ese país”. Sin embargo, señala, “constituye objeto de preocupación” para el Defensor que, “sin estar sujetas las personas atrapadas en Marruecos a las denegaciones de entrada en Ceuta y Melilla, no se hubiesen adoptado, en justa correspondencia y con base en el principio constitucional de igualdad, la entrada de cientos de ciudadanos españoles o residentes que se encontraban igualmente atrapados en la proximidad de los citados puestos fronterizos, y que reclamaban con insistencia que se les permitiese entrar en España”.
“Las mismas razones humanitarias que llevaron a liberar del confinamiento y facilitar la salida a los ciudadanos marroquíes eran las que, con fundamento en el principio constitucional de igualdad y por razones de reciprocidad en el marco de las relaciones internacionales, permitían que se alcanzasen los mismos objetivos a través de la creación de un corredor humanitario que les permitiese su retorno a España con el fin de reanudar sus trabajos, reunirse con sus familiares o continuar sus tratamientos médicos con normalidad. Por ello, se formuló a la Dirección General de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Recomendación de facilitar, por motivos humanitarios, la entrada por los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla a los ciudadanos españoles y residentes legales que se encontraban atrapados en Marruecos en situación de vulnerabilidad, como consecuencia de la pandemia, siempre que ello fuese posible en el marco de los compromisos internacionales”, explica el Defensor. La Administración no aceptó la recomendación, alegando que el cierre de fronteras fue acordado por la Orden Ministerial que el propio Ministerio de Interior ha ido prorrogando. Los consulados pusieron a disposición de los ciudadanos los diferentes barcos de repatriación.
A través de una asociación, se recibió también una queja manifestando las dificultades de retorno con las que se estaban encontrando españoles y residentes en España desde Marruecos, como consecuencia del cierre de fronteras por la pandemia covid-19.
La Dirección General de Españoles en Exterior y de Asuntos Consulares informó de que para facilitar el retorno de los ciudadanos españoles en Marruecos, con carácter previo al cierre de las fronteras marroquíes, se llevó a cabo una campaña para instar a los viajeros españoles a que regresasen cuanto antes a España. Tras gestiones realizadas por el Ministerio de Interior, la frontera entre Ceuta y Melilla continuó abierta hasta el 23 de marzo para la salida de ciudadanos españoles. Un total aproximado de 9.500 ciudadanos españoles y europeos regresaron por estos medios. Posteriormente, se constató la existencia de bolsas de turistas que continuaban en Marruecos, por lo que se organizaron dos vuelos desde Casablanca, en los que regresaron españoles, europeos y otros residentes en España.