La defensa de la periodista marroquí Hajar Raissouni, acusada de someterse a un aborto y mantener relaciones sexuales extraconyugales, pidió este lunes su libertad provisional en la apertura del juicio en el Tribunal de Primera Instancia de Rabat.
Los abogados del caso contra Raissouni, su novio y tres personas más, trabajadores de la clínica donde presuntamente se llevó a cabo el aborto, denunciaron las leyes que castigan la interrupción voluntaria del embarazo y solicitaron que el juicio prosiga con los acusados en libertad.
Entre los abogados que representan a la joven, de 28 años, están algunos de los más famosos letrados de Marruecos en la defensa de los derechos humanos.
Además, en el público había representantes de asociaciones feministas y de defensa de las libertades.
El juicio estuvo precedido de una pequeña manifestación a las puertas del tribunal en la que los asistentes mezclaron sus proclamas por la libertad de prensa y expresión con otras para reivindicar los derechos sexuales y criticar a la Policía marroquí.
Todo el ambiente que rodea el juicio indica que se trata de un caso muy politizado, incluso cuando los medios oficiales y la Fiscalía han insistido en que se trata de un caso puramente penal en relación con la práctica ilegal del aborto.
La periodista trabaja en uno de los pocos diarios críticos con el poder.
Además, es sobrina de dos personas muy distintas pero muy críticas con el poder: el ideólogo islamista Ahmed Raissouni y el periodista liberal Suleimán Raissouni.
El diario marroquí Akhbar al Yaoum denunció la semana pasada la detención de su periodista Hajar Raissouni, acusada de someterse a un aborto (ilegal en Marruecos), una acusación que niega el rotativo publicando un certificado médico que contradice esa versión.
El periódico recordó que la periodista estaba arrestada y compareció junto con su novio, un ginecólogo y dos asistentes médicos ante el fiscal, acusada de “depravación” (por tener relaciones sin estar legalmente casados) y aborto.