La semana pasada AEGC denunciaba en este medio las condiciones de trabajo de los guardias civiles de la Compañía Fiscal y no lo hacíamos caprichosamente, porque las imágenes que acompañaban la denuncia nos mostraban un panorama desolador. No queremos recurrir al articulado sobre el incumplimiento de las normas de riesgos laborales del mobiliario y las instalaciones, porque no queremos aburrir al lector.
Parece que fue ayer cuando fueron legalizadas las Asociaciones Profesionales de Guardias Civiles, pero los guardias civiles siguen teniendo miedo a denunciar en el ámbito interno y, mucho más en el externo, situaciones como la que ha denunciado, no AEGC, sino que han denunciado los guardias civiles de Ceuta, porque en la reunión que mantuvimos semanas antes dejamos claro que denunciar en prensa no lo haría AEGC si después no se daba la cara para reivindicar unas condiciones de trabajo y seguridad dignas.
Pedimos dignidad laboral, no pedimos sillones relax, ni una garita de ciencia ficción, ni un water privado, ni una mesa de última generación. Pedimos unas sillas seguras que puedan limpiarse para evitar contagios, unos baños que no tengamos que entrar con máscaras antigás, unas mesas sin peligro de coger el tétanos y unas garitas dignas, con visibilidad y seguras.
En eso quedamos los que estuvimos en la reunión y, por supuesto, vamos a seguir con nuestro compromiso. Un compromiso que pasa por pedir a Delegación del Gobierno autorización para concentrarnos y reivindicar unas condiciones de trabajo dignas, que no llevemos a nuestras casas una infección por esta falta de higiene del mobiliario, en los aseos e instalaciones.
Sinceramente pensaba que íbamos a estar los guardias civiles y nuestras familias solas, pero ya nos han mostrado su apoyo y su presencia otras organizaciones sindicales, colectivos ciudadanos y nuestros compañeros del Cuerpo Nacional de Policía, policías locales, policías portuarios, guardias civiles y policías retirados. Un apoyo que agradecemos y emociona, porque esta situación ha despertado la solidaridad de un pueblo y unos compañeros generosos.
Vamos a respetar los plazos que acordamos y nos reuniremos con cuantas organizaciones o instituciones nos lo requieran para solucionar esta bochornosa situación, que no estaba oculta para los guardias civiles, aunque sí para otras personas que, incluso desde cargos de representatividad, nos han expresado que desconocían.
Hemos mantenido contactos con representantes políticos que han mostrado su disposición a reunirse para conocer con detalle nuestras reivindicaciones y, por supuesto, lo vamos a hacer, pero de ninguna manera vamos a eternizar estas insalubres condiciones de trabajo. No vamos a entrar en debates estériles de a quién le corresponde limpiar, reponer el mobiliario o dignificar nuestras instalaciones, porque ese debate corresponde a otros.
Esta próxima semana comenzaremos a trabajar para ejercer un derecho constitucional reconocido por el Tribunal Supremo, en cuya sentencia autoriza a los guardias civiles a participar en “manifestaciones o reuniones en lugares de tránsito público, siempre que estas tengan por objeto realizar una reivindicación de carácter profesional”. Somos españoles y tenemos derecho a la libertad de expresión, aunque todavía cueste ejercer ese derecho.
Compañer@s: TENEMOS DERECHO A MANIFESTARNOS y lo haremos, porque no se puede permitir esta situación y, sobre todo, porque la decisión la hemos consensuado entre todos. Allí estaremos todos y todas.
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