El pasado viernes se publicó el decreto de la prohibición del botellón, además del cierre en horario nocturno de las playas de La Ribera, Chorrillo y Benítez, junto a la explanada del parque Juan Carlos I. No ha pasado ni una semana y las imágenes que se pueden comprobar en las playas son muy distintas al decreto que fue aprobado por parte de la Ciudad. Los ciudadanos siguen reuniéndose en grupos por los distintos arenales sin la distancia social exigida por las autoridades sanitarias y mucho menos sin portar la mascarillas. Esto se hace mucho más grave cuando la cifra de contagios se ha disparado en nuestra ciudad y en la que parece que el virus no está controlado como apenas unas semanas parecía.
Esta redacción se ha puesto en contacto con la Ciudad, que ha explicado que el cierre de estas playas se debe producir a las 22:00 horas, cosa que se pudo comprobar que no se llevó a cabo en la noche de este martes cuando pasadas las 23:00 horas ni siquiera había presencia policial en las playas. En este sentido, desde el Gobierno local se da a entender que se pone más énfasis en el cumplimiento de este decreto "los fines de semana", si bien en el texto de la normativa no se especifica un mayor control de este en días concretos.
Los ciudadanos, según han denunciado a esta redacción, veían cómo bajaban con sillas de playas para pasar la noche a pesar de la prohibición de la Ciudad. Además los puntos de acceso a los arenales no se encontraban precintados, por lo que las personas podían acceder sin problema alguno a las distintas playas.
Escenas que nos hacen retroceder en el tiempo y que tanto se han denunciado. Según explicó el consejero de Sanidad, Javier Guerrero, este decreto era afianzar una norma que lleva impuesta en nuestra ciudad desde 2011 donde se prohíbe consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. La medida que salió con carácter cautelar y afectaba además a las explanadas donde se producen concentraciones de jóvenes para hacer botellón, concretamente a la explanada de Juan Carlos I, donde cada fin de semana se veían escenas propicias de la ‘Antigua Normalidad’. Ni mucho menos las que deberíamos presenciar para acabar, de una vez, con un virus que de está azotando con fuerza en Ceuta.
Los vecinos de la barriada de San Antonio también denuncian la práctica ilegal que todos los jóvenes, principalmente los fines de semana, practican por su barrio. Esa reclamación va sobre todo referida a la zona de la Ermita, donde grupos de jóvenes se reúnen para hacer botellón. Además del ruido hasta altas horas de la madrugada, amanece repleto de basura.
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