Hace años que lo estamos pasando mal; que muchos españoles no llegan a cobrar un sueldo y que, por tanto, sus familias se ven arrastradas a unas condiciones de vida pésimas; que las finanzas casi se hundieron y, en definitiva, el prestigio de España pasó a ocupar valores mínimos; todo ello obligaba a tomar parte decidida en el empeño común de salvar a España y a los españoles - a todos - de unas condiciones pésimas y
a España empujarla hacia arriba, hacia el lugar de las naciones desarrolladas y con espíritu de trabajo similar al de las naciones europeas más desarrolladas. Ese empeño ha dado resultados buenos y España goza de buena consideración en el ámbito euyropeo e internacional. Ha sido el trabajo y sacrificio de todos los españoles.
Sin embargo, ha sido lastimoso que algunos se hayan empeñado en enarbolar la bandera de la desunión y de la ignorancia de ese esfuerzo enorme al que todos los españoles estábamos obligados y aún seguimos estándolo pues no debe haber distracciones en trabajos de tal envergadura y calidad. Queda, aún, mucho por hacer para lograr que la población española pueda gozar, toda ella, de un trabajo profesional que le permita vivir dignamente. Hay, sin embargo, quienes quieren ignorar ese tremendo deber al que todos los españoles seguimos estando obligados. Parece que ignoran tan importante cometido y se dedican a promover y llevar a límites máximos; nada menos que la separación de España de una de sus partes. Quieren mutilar a España.
Un día tras otro vienen insistiendo en que Cataluña ha de ser independiente de España porque haya razones históricas que, a su juicio, así lo demandan. Otros, aunque no desaprovechan ese alegato, se presentan como una región que por sus características - de todo tipo - tendrían un porvenir mucho más brillante si dejan de pertenecer a España y se convierten en una nación independiente. Hacen todo lo que se les ocurre para poner de manifiesto tal empeño y gastan sumas de dinero bastante importantes para organizar una manifestación atractiva por su aspecto y cantidad de personas formando una V, de gran tamaño. con los colores de la bandera independentista. No es un gesto amistoso, ni mucho menos, para el resto de los españoles.
Hay otras cosas mucho más importantes que hacer y no es la menos el mostrar la unidad de España en en todos los aspectos y esforzándose por lograr las metas de convivencia europea e internacional. Todo esto sí que lo necesitamos urgentemente y a fondo para llegar a tener una voz con cierta autoridad en todos y cada uno de los asuntos que tienen, hoy día, al mundo en el nivel máximo de preocupación. Esto es lo que realmente cualifica a una Nación, y España ha ido consiguiendo con mucho esfuerzo una digna posición, desde la que debe seguir construyendo lo que aún le falta por lograr. No es con esas manifestaciones con lo que se hace la mejor labor para nuestra Nació. Algunos siguen empeñados en deshacerla; desgraciadamente.
La respuesta de España debe ser la de siempre: la del esfuerzo máximo en completa unidad. Por ello han luchado muchos españoles y estoy seguro que no permitirán que se llegue a producir tal separación de Cataluña del conjunto de España.