De momento

Dice Serrat en su canción “¿Por qué la gente se aburre tanto?”:
“Si es verdad que el hombre
puede morir pero no la idea. Que el sol sale para todos
y un Dios nos vela.
Y que la mujer y el
oro lo pueden todo.
Si es verdad que el futuro
pende de un hilo delgado.
Que la fe mueve montañas
y tenemos toda la vida por delante.
Si es verdad que merece
la pena hacer las cosas bien.
Y que el trabajo dignifica.
¿Por qué la gente
se aburre tanto?”.
Bien cierto es que estamos aquí de paso y que no sabemos lo que sucederá mañana, que nuestra vida pende de un hilo y que todo es provisional e inestable. Por eso, todo es de momento…
De momento tengo un trabajo en el que me han rebajado el sueldo y hay perspectivas de que en el futuro tendré que trabajar más ganando menos. El horizonte está lleno de negros nubarrones y hay gente que lo está pasando realmente mal. Pero mi trabajo me gusta, es el que quiero hacer, y aunque gane menos y tenga que trabajar más, me considero un privilegiado porque tengo un trabajo y acudo a él diariamente con ilusión. Pero todo eso es de momento…
De momento me encuentro más o menos feliz, ya que considero que nadie puede ser absoluta y totalmente feliz. Porque las personas que quiero y realmente me importan, están bien, no les falta de nada y también me siento querido por ellas. Porque me levanto cada mañana con ilusión y aún tengo ganas de hacer planes para el futuro. Porque he aprendido que las gotitas de eso que llamamos felicidad son escasas y por eso las disfruto con intensidad cuando llegan, porque no sé cuánto durarán. Todo eso me hace ser más maduro y necesitar menos cosas para ser feliz. Por eso me considero más o menos feliz y me siento satisfecho con lo que tengo. De momento…
De momento me sigue gustando el deporte en general y el fútbol en particular y aún puedo seguir practicando deporte a mi nivel, lo suficiente como para mantenerme en un estado físico aceptable para mi edad. Aunque ya hace mucho tiempo que dejé de jugar al fútbol, lo he sustituido por otro tipo de ejercicio físico más adecuado. Y aunque comprendo que el fútbol es ya más un negocio que un deporte, todavía me emociono y me dejo impresionar con una jugada que merece la pena, con el destello de genialidad de un buen jugador y me contagio de la pasión desbordada de los aficionados. Aunque sea por televisión, porque el “Alfonso Murube” casi siempre está vacío y no transmite ninguna emoción. En definitiva, me sigue gustando el deporte y, sobre todo, el fútbol. Al menos de momento…
De momento me sigo emocionando cuando me entero de que alguien ha hecho algo a favor de los demás de forma desinteresada, altruista. Cuando alguien se ha esforzado, ha dedicado muchas horas de duro trabajo o, incluso, ha hecho una heroicidad a favor de alguien. En esos casos aún me emociono y me siento orgulloso de pertenecer al género humano. De momento, al menos de momento…
De momento, siento que aún tengo amigos. No muchos, son pocos pero suficientes. Y creo que son amigos de verdad porque están conmigo cuando los necesito. Y aunque sé que ellos no me van a resolver los problemas, que las dificultades que tendrán que venir las tendré que resolver solo y que las decisiones más difíciles las tendré que tomar yo, también sé que en momentos puntuales ellos estarán ahí conmigo y podré contar con su consejo y su apoyo. Y eso es muy importante porque me dará fuerzas para continuar en los momentos difíciles. Pocos, pero sé que tengo buenos amigos. Al menos de momento…
De momento he aprendido a no vivir aferrado al pasado. No ha sido fácil porque el ser humano tiene la tendencia a creer que todo tiempo pasado fue mejor, pero yo ya he aprendido que no es así. Y no estoy equivocado. Sé que olvidamos lo malo del pasado y nos quedamos con lo bueno, es una estrategia típicamente humana, un mecanismo de defensa. Pero bien que sé que el pasado también está lleno de momentos amargos y que el presente y el futuro no tienen por qué ser peores que el pasado. En esa confianza vivo y pensar así me hace mirar hacia delante, si no con optimismo, al menos con esperanza. Al menos de momento…
De momento sigo disfrutando con las cosas sencillas, incluso más que antes. Con el tiempo he podido despojarme de gran parte del valor de las cosas materiales y cada vez necesito menos de ellas para ser feliz. Me he dado cuenta de que si coloco en un platillo de la balanza una serie de cosas como pueden ser una conversación agradable, la lectura de un buen libro, un paseo cuando el día comienza o está terminando, el disfrute de un paisaje o un pequeño e ilusionante proyecto en común y en el otro platillo todas las cosas materiales que en otro tiempo ambicioné, el peso del primer platillo es infinitamente mayor que el del segundo. No ha sido fácil llegar a comprender esto, pero ahora lo entiendo. Al menos de momento…
De momento he comprendido que es mejor arrepentirme por lo que hice que arrepentirme por no haberme atrevido a hacerlo. Tampoco ha sido fácil llegar a comprender esto, pero al final he conseguido asumir que el terrible peso de la duda sobre cómo habría sido si lo hubiera intentado es mucho peor que la sensación de fracaso al haber salido mal. Llegar hasta aquí es duro, pues supone recorrer un camino lleno de incertidumbres y errores, pero ha merecido la pena alcanzar este convencimiento. Al menos de momento…
De momento he llegado a comprender el valor de las personas no por lo que tienen sino por lo que son. Por lo que transmiten, por lo que pueden hacer por los demás, por la atención que nos pueden prestar, por su consejo desinteresado, por la ayuda que nos pueden dar sin pedir nada a cambio… Y que no hay que juzgarlas por su aspecto ni por la primera impresión que nos producen. He tenido que cometer muchos errores y ser injusto muchas veces para comprender esto, pero creo que en este momento he llegado a conseguirlo. Al menos de momento…
Pero a pesar de todo lo que les dicho, de que tengo un trabajo, de que me siento más o menos feliz, de que me sigue gustando el deporte, de que me sigo emocionando cuando alguien hace algo de forma desinteresada por los demás, de que tengo buenos amigos, de que no vivo aferrado al pasado, de que disfruto con las cosas sencillas, de que he comprendido que es mejor arrepentirme por lo que hice que arrepentirme por no haberlo intentado, de que comprendo el valor de las personas… a pesar de todo eso, sé que todo pende de un hilo y que todo es inestable y provisional. Todo es de momento…
Y a pesar de todo ello, estoy tan lejos de considerarme una buena persona que me preocupa la idea de no llegar a conseguirlo nunca. Pero esa inseguridad y esa duda me animan a continuar en el intento por conseguirlo. Al menos de momento…