De la pantoja al show del crack

{jaimage crop="TC" /}El secretario general del PSOE ofreció ayer una rueda de prensa para confesar, apurado, que se sentía “igual que la Pantoja”. Fíjense a qué conclusión ha llegado el delfín del PSOE, a sentirse igual que la folclórica, todo porque se siente el centro de un debate público que el solito ha alimentado. Quizá buscando la manera de salir a la palestra para, aprovechando que niega su marcha, decir públicamente a qué dedica su tiempo libre. Porque el crack del PSOE tiene muchas dedicaciones, tantas que pesos pesados del partido se han puesto colorados al saberse representados por un secretario general que se lleva las manos a la cabeza con el paro que hay mientras atesora varios trabajos.
La historia laboral de Carracao la conoce toda Ceuta, así como su obsesión por los sueldos... de los demás. Por las ganas que tiene de pedir que los demás se bajen el sueldo mientras él busca la mejor forma de encontrar acomodo. Como decía, su historia laboral es de sobras conocida, pero nadie en la ciudad ha escrito una sola línea al respecto porque, se entendía, formaba parte de su privacidad. Algo que, en cambio, no ha respetado Carracao. Él fue el primero que se apresuró a convocar una rueda de prensa para atacarle en su honor al actual delegado del Gobierno, Paco Antonio. ¿Se acuerdan? Sí, hagan memoria. Habló de que el Gobierno de Vivas “olía muy mal” e intentó desprestigiar al señor González Pérez porque además de diputado había descubierto... ¡sí!, que tenía otros negocios al ser consejero de una compañía, algo que el actual delegado no ocultaba ya que era información pública. Carracao, en cambio, puso el grito en el cielo y sacó a la luz, buscando confundir, los trabajos que podía atesorar González. Al final su voz se apagó, como se apaga siempre que se pone nervioso para denunciar casos de corrupción inexistentes. ¿Nos ponemos a recordar? ¡Venga!... ¿se acuerdan del famoso vídeo de youtube?, ¿aquel con el que quería salpicar la imagen del presidente Juan Vivas?... pues lo mismo, se quedó en nada.
Miren que en el PP han pasado de hablar de los trabajos que atesora el líder del PSOE. Miren que han pasado de hacer la crítica fácil, que la tiene. Miren que han evitado hablar de quien se presenta como líder de la izquierda, acude a toda manifestación que se presta y luego no da ejemplo... Todos han preferido no meterse en ‘lo privado’ del crack, dándole una torta sin manos a lo que él, ávido de titulares, no respeta.
Pero ayer fue el propio secretario general el que se quiso convertirse en protagonista para luego lamentarse con frases del tipo... “si interesa lo que hago en mi tiempo libre...” lo digo. Ea. ¿Pero a quién le interesa? Será a él mismo y al bluf que ha querido montar para convertirse en héroe y presentarse como clave en un partido en el que ya se ha abierto una brecha. Bueno, pero eso es otro cantar del que ya hablaremos con tiempo.
Ahora el secretario general del PSOE nos anuncia que además de no irse intentará compaginar su labor con la de su puesto de funcionario en Algeciras y eso que nadie entiende, ¿cómo se llama?, sí, su trabajo de “forma permanente pero no continua en agencias de viaje”. ¿Ustedes lo entienden? Él es quien debe hacerlo, al resto no le interesa, puesto que hay partidos que saben hacer uso de otros argumentos para la crítica política, no les hace falta intentar manchar la imagen política de otros contando sandeces.
Lo grave de esto es que parece que los demás secretarios generales que han precedido a Carracao se tocaban sus... ya saben... y no trabajaban tanto como el menda. No vayamos más lejos, ahí tienen a la reciente Antonia Palomo, cuyo trabajo en Menores es elogiado por todos, sean del PP o del PSOE. Ella vale porque sabe más que nadie de este tema y porque le pone sentimiento a una labor a la que ha entregado su vida. Así es Palomo y así lo era cuando estaba al frente de la Secretaría General del partido, luchando, haciendo un trabajo parlamentario brutal, dejándose la piel ofreciendo ruedas de prensa trabajadas... y nunca escuchamos a ‘la Palomo’ quejarse, decir que no podía combinar su labor con la del partido, soltando por ahí espectáculos periodísticos para luego sentirse una Lola Flores de la vida.
Lo dicho. Todo es un esperpento y más aún tener que escuchar patochadas como la que, en plan culebrón de invierno, nos soltó el número 1 del PSOE. Quizá tenga las ideas tan confundidas como su labor parlamentaria. Carracao se siente como la Pantoja. Crucemos los dedos que no nos salga un Julián Muñoz con sus bolsas de basura. Crucemos.