De cruceros y confusiones

Como puede comprobarse consultando un diccionario, el término crucero tiene muchos significados. De entre ellos, el que da lugar a esta colaboración es el referido a los buques de pasaje que llevan a cabo viajes turísticos, En realidad, son esos viajes en sí los que propiamente se denominan cruceros, pero por extensión dicho término ha acabado aplicándose también a los barcos que los efectúan.
Desde finales de los años 40 hasta mediados de los 60 del pasado siglo, en nuestro puerto hacían escala con frecuencia grandes buques de pasaje, conocidos en aquella época como transatlánticos. En su gran mayoría no eran barcos turistas, sino de línea, que recalaban en Ceuta –cuyo puerto era entonces, y con diferencia, la mayor gasolinera en la calle Real del mundo– para tomar aquí combustible. Casi todos eran de bandera británica, y recorrían grandes distancias, desde la India u otros territorios, colonias inglesas, que luchaban por su independencia o la habían alcanzado ya. De ahí, el éxodo de millares y millares de ciudadanos británicos que regresaban a su tierra. Mientras los buques permanecían atracados, los pasajeros y la tripulación bajaban a tierra para visitar la ciudad. Entonces se percataban de las ventajas que ofrecía Ceuta como territorio franco y realizaban numerosas compras. Tan era así, que las autoridades competentes concedieron a la Cámara de Comercio ceutí la facultad de decidir la apertura de establecimientos durante algunas horas, cuando se tenía conocimiento de que uno de esos transatlánticos llegaría en día festivo. Repetidas pruebas al respecto podrán encontrarse en la hemeroteca de este diario y en los archivos de la Cámara. Es de aclarar que, por aquel entonces, todo el comercio abría los sábados por la tarde.
En estos últimos años, el Puerto ceutí está intentando atraer el tráfico de cruceros a nuestra ciudad. Poco a poco, se va observando un goteo de este tipo de buques, para los que se ha preparado en el Muelle España un atraque con respetable calado, así como con facilidades de maniobra, y mi buen amigo Pepe Torrado anuncia obras para conseguir que puedan atracar allí buques de mayor calado aún. De cualquier modo, el movimiento actual no es todavía mínimamente comparable con el de los transatlánticos al que antes me he referido, cuando llegaron a coincidir hasta tres de ellos en La Puntilla.
Esta semana hizo escala en Ceuta un pequeño crucero, el Tere Moana. Su reducido tamaño llamó mi atención, por lo que busqué en internet datos sobre dicho buque. Y así pude enterarme de que solamente tiene capacidad para admitir noventa pasajeros, atrayendo a los posibles clientes en su publicidad mediante la promesa de que viajarán con las ventajas de un yate de lujo en un barco de mayor porte. El Tere Moana desplaza únicamente 3.500 toneladas, mientras que, por ejemplo, el Adonia, que atracó en nuestro puerto la semana anterior, desplaza 30.000.
Pero lo más sorprendente y –a la vez– hiriente de mi aludida búsqueda de datos en internet, surgió al consultar la página web de cierta agencia de viajes, de nombre Logitravel –balear y, por tanto, española– en la cual se anunciaba el crucero “de Barcelona a Málaga” del Tere Moana especificando que durante él visitaría “Valencia-Cartagena España(sic)-Almería-Granada (sic)-Ceuta (Marocco) (sic también) y Málaga. Y lo dice por dos veces. Aparte de que, tratándose del Mediterráneo, no hay por qué recalcar que Cartagena es España, y con independencia del hecho de que Granada está bastante lejos del mar (el Tere Moana atracó en Motril) ¿a qué viene eso de Marocco, que es Marruecos en italiano, además repetido, para mayor inri? ¿Se pretende, con tal dislate, dar un carácter mas exótico al viaje turístico, atrayendo a desinformados y, al mismo tiempo, difundiendo desinformación? Porque aunque se quisiese decir –algo que no tiene la menor apariencia de ser así– es que desde Ceuta puede pasarse a Marruecos, lo menos que habría que exigir es que se hiciera de modo que no indujese a confusión, al tratarse de una cuestión tan delicada.
Por lo que he podido comprobar, lo anteriormente transcrito no figura ahora en dicha página web, sin duda porque ese crucero, previsto para los días 1 a 8 de noviembre, ya se realizó. Pero creo que alguien con la autoridad suficiente debería dar un severo toque a Logitravel, al objeto de que no vuelva a incurrir en tan lamentable fallo, capaz de herir la susceptibilidad de muchísimos caballas. De los de verdad, claro.