David Polaco, jugador de la AD Ceuta B, vive su segunda etapa en nuestra ciudad y lo hace con la misma ilusión y ganar. Repasó la actualidad de su equipo y su vida deportiva, a la que aún le quedan “muchos años por delante”.
La temporada del filial no está pasando desapercibida por nadie y aunque aún queda mucha temporada, el equipo está cerca de su objetivo. Polaco señala que “en global se está haciendo un buen trabajo. Nos costó entrar en la categoría, con un equipo totalmente nuevo con jóvenes jugadores de la Regional y equipos de fuera. La Tercera es una categoría muy exigente, pero estamos muy contentos con lo que estamos haciendo”.
Un equipo formado por muchos jóvenes pero también por jugadores que aportan su experiencia en el terreno de juego. Esa conjugación es una marca de identidad de este Ceuta B.
“Es muy buena la unión entre jóvenes y veteranos. Ellos aceptan todo lo que intentamos inculcar, es un grupo que parece una esponja que todo lo intenta imprimir. Estamos dónde nos merecemos, aunque aún queda mucho, lo más complicado. Ojalá nos salvemos pronto y el máximo de jugadores puedan debutar en el primer equipo”, añadió Polaco.
En cuanto a su aportación al equipo tiene claro que “le aporto mi experiencia, he pasado por muchos equipos y creo que eso es importante. Me gusta hablar con el compañero, tienen que tener hambre e ilusión, pero hay que trabajaer mucho”.
Es la segunda etapa en Ceuta pero ahora lo hace en el filia. Se fue dos años y vuelve para seguir luchando por el mismo.
“En el ámbito deportivo, me fui a Gibraltar el año del Covid y fue muy complicado. Al presidente Luhay Hamido lo considero como de mi familia, es el presidente que más me ha aportado. En aquel entonces me dijo que me quedara pero por circunstancias me fui y ahora después de dos años se lo devolví y él me lo devolvió. Además tengo mi pareja que es de aquí, así que todo se unió. Soy muy feliz en Ceuta, enganché con la gente y se lo intento demostrar cada día. Es el mismo escudo y representa a Ceuta, encantado de defender a esta ciudad y a su equipo”.
La afición está con este jugador en todo momento, prueba de ello es que tiene una peña con su nombre. “Dónde más he congeniado y más feliz he sido ha sido en Ceuta. Por eso me gustaría terminar mi carrera deportiva aquí en Ceuta, me siento muy querido por todos los ceutíes”.
Polaco vive por y para el fútbol y así de claro lo deja con sus palabra: “soy un enfermo del fútbol, toda el día fútbol. Vivo de esto, me encanta ver cualquier partido, sea el que sea. Se me puede dar bien inculcar fútbol a jóvenes chavales y por eso cuando me retire intentaré seguir entrenando”.
El Ceuta B debe seguir luchando para salvarse y Polaco tiene la clave para hacerlo. “Cuando lo hacemos bien, somos capaces de todo, pero cuando no estamos metido somos un equipo vulnerable. Esta categoría no es fácil, pero estamos haciendo una gran labor siendo el primer año de este filial. El objetivo lo vamos a conseguir sí o sí, mejor antes que más tarde”.
Segunda etapa en Ceuta, ahora en el equipo filial
David Polaco tiene su segunda oportunidad de vestir los colores de la AD Ceuta, en este caso lo hace en 3ª División RFEF, con el filial. Sus primeros años en Tercera División con el Ceuta tuvieron buenos momentos que el propio jugador guarda. Ahora le toca vestir el mismo escudo pero en otra categoría, donde igualmente se deja la piel en cada partido y espera conseguir el objetivo marcado lo antes posible.
Termina su vida deportiva en Ceuta
Polaco tiene claro lo que quiere hacer de aquí hasta el final de su vida deportiva, “todavía me quedan muchos años de fútbol”. Su intención es finalizar y retirarse en Ceuta, donde le han sabido apreciar desde el primer tiempo y donde tiene el cariño de la afición.
El jugador jerezano ha pasado por muchos equipos pero donde más contento está en este “Ceuta”.
El fútbol es su pasión
No me “canso” de ver fútbol, para Polaco este deporte es su vida y lo lleva a todos los extremos. “Me da igual ver un Real Madrid-Barcelona, que un Barakaldo-Calahorra”.
El futbolista tiene claro que es su pasión y que su vida gira entorno a este deporte siempre con el permiso de “mi pareja”.
A sus 32 años sigue demostrando su calidad sobre el césped.