Los datos del paro en España

Periódicamente se dan a conocer los datos del paro en España. Unos se obtienen de la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Otros, son los datos reales del paro registrado que ofrece el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

La Encuesta de Población Activa es una investigación continua de periodicidad trimestral, dirigida a las familias, cuya finalidad es obtener datos de la fuerza de trabajo en sus diversas categorías (ocupados e inactivos). En el caso del Servicio Público de Empleo Estatal, se registran de forma sistemática los parados por sexo, edad y sectores, además de los que son perceptores de desempleo.

Así, el último dato facilitado por la EPA, nos sitúa en una tasa de paro del 15,33%, con una subida de 55.000 personas en el paro del último trimestre, lo que hacía un total de parados de 3.368.000 personas. Sin embargo, con los datos de paro registrado por el SEPE, nos situábamos en julio en 3.773.034 personas, lo que supone un descenso en 89.849 personas respecto al mes anterior (2,33%). Por Comunidades Autónomas, las que más descienden son Cantabria, Castilla León y Galicia, aumentando Madrid, Murcia, Rioja y la Ciudad Autónoma de Ceuta.

En una situación como la actual, sin precedentes registrados, conocer la evolución de esta variable es fundamental, pues nos da una radiografía bastante certera de la situación económica. Predecir lo que ocurrirá en el futuro inmediato, es bastante complejo, como ya hemos dicho y explicado en estas mismas páginas en artículos anteriores. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Granada y de la Universidad Complutense de Madrid, utilizando técnicas econométricas de modelización y predicción de series estadísticas, hemos realizado estimaciones anteriores y posteriores al COVID 19. La idea y el objetivo era separar la evolución económica en la que estábamos inmersos, de lo que estamos viviendo en la actualidad a consecuencia de un factor externo, desconocido e imprevisto. De los resultados de las distintas predicciones hemos venido informando con regularidad en estas páginas.

Incorporando los últimos datos conocidos y difundidos por el SEPE a la serie histórica que estamos usando para este estudio, obtenemos la gráfica anterior, en la que se puede observar un claro cambio de tendencia a partir de mayo de 2020. La serie comienza a tomar la forma de una v invertida, que indicaría que el paro está volviendo a descender a nivel general y en casi todos los sectores. Destaca el descenso en el sector servicios, que es el más importante en nuestra economía, que se sitúa en una cifra de paro de 2.650.385 personas (84.563 menos que el mes anterior), cantidad muy parecida a las que predecíamos en nuestro modelo al incorporar los datos de abril de 2020 (2.656.015 parados).

Los datos anteriores avalan lo que en los informes de coyuntura laboral del sindicato CCOO se indica en el sentido de que el mercado laboral se afianzaba en junio y se recupera en julio . Esto se ve bastante bien si se observa la serie de afiliados a la seguridad social, en la que se recuperan 161.217 personas afiliadas en media mensual y desciende el paro en 89.849 personas, hasta llegar a los 3.773.034 indicados. Es decir, se “normaliza” la actividad durante julio, tras finalizar el estado de alarma y hacerse efectivas las contrataciones, volviendo a ponerse de manifiesto la importancia de las medidas extraordinarias adoptadas por el gobierno.

Quizás sea útil incluir aquí lo que literalmente nos dice el primer sindicato del país: “…El Gobierno ha puesto en marcha un abanico de medidas para tratar de amortiguar los efectos de la crisis, ofreciendo liquidez a las empresas y aplazando el cobro de impuestos, habilitando medidas para preservar el mayor número posible de puestos de trabajo y unidades productivas (impulso de los ERTE y prórroga posterior de su vigencia, prohibición de despidos por COVID-19,…) facilitando el acceso al cobro de prestaciones a la población trabajadora afectada, estableciendo moratorias en el pago de hipotecas, alquileres y suministros básicos para las personas afectadas por la crisis, implantando el Ingreso Mínimo Vital,… Las medidas económicas y sociales aprobadas durante esta crisis van en la línea correcta, aunque son menos ambiciosas y redistributivas de lo que la grave situación requiere, movilizando un volumen de gasto público inferior al de otros países europeos para hacer frente a la pandemia y sus consecuencias, y fiándolo todo en gran medida a ofrecer avales y dotar de liquidez a empresas y propietarios. La respuesta no puede ser solo nacional y la Unión Europea debe ejercer un papel activo. El Plan de Recuperación de la UE tras el COVID-19 presentado por la Comisión Europea contiene elementos positivos, aunque hubiera sido necesario un volumen superior de fondos, y que estos fueran entregados directamente a los estados sin condicionalidad para compensar el incremento de la deuda y permitir la reactivación económica. Es necesario disponer de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2021 que permitan dar respuesta a las urgentes necesidades de la sociedad y la economía española.”.

Tal y como establecíamos en nuestra hipótesis de trabajo a la hora de abordar esta investigación, lo más probable será que los modelos estadísticos que elaboremos con datos más actualizados nos vuelvan a confirmar que estamos situados en una senda de descenso del desempleo, parecida a lo que predecían con los datos anteriores a la crisis. Esto nos confirmaría científicamente, que la actuación de este gobierno progresista de coalición, pese a todos sus fallos, ha logrado frenar uno de los efectos más letales de esta pandemia, a saber, la paralización y hundimiento de nuestra economía. De momento, resistimos, no huimos y tampoco eludimos nuestros compromisos. Ni como país, ni como ciudadanos. A ver cómo se comportan a la hora de votar los Presupuestos Generales del Estado los que están todo el día haciendo soflamas patrióticas.