Da lo mismo que lo mismo da

Recuerdo que no hace mucho tiempo, nuestra política local estaba dentro de una dinámica que mas bien podía ser calificada como convulsa, los cambios acelerados que en nuestro ámbito social y económico se producían hacían que se debatiera sobre temas que eran altamente trascendentes para el futuro de la ciudad de ahí que cualquier espabiladillo como fue el caso del  GIL, que con solo prometer que iba arreglar o poner algún remedio a muchos de los temas de los que estaban encima de la mesa, consiguió sin mucho esfuerzo que una parte importante de las gentes de este pueblo les creyera. Hoy los problemas siguen siendo prácticamente los mismos aunque enfocados desde diferentes perspectivas, pero en este caso, si bien es cierto que ahora la convulsión política en la ciudad es menor, las cotas de credulidad de muchos ciudadanos siguen siendo prácticamente las mismas, vamos que se creen a pies juntillas todo lo que les cuentan.
Si miramos hacia aquellos años y los comparamos con estos, nos damos cuenta que al igual que ayer, no se ha hecho nada para dejar despejado el horizonte, bueno sí, la ciudad en su aspecto esta mucho mas digna que por aquellos entonces, pero en lo sustancial en lo que toca al día a día de sus ciudadanos muy poco o nada a cambiado, falta de empleo, ausencia de dinamización y diversificación económica, problemas sociales, presión migratoria, siguen al igual que hace años siendo los problemas principales de esta ciudad y parece que, de no remediarse, también lo seguirán siendo en un futuro.
Todo es un “continium” como si esta ciudad y sus políticos hubieran quedado atrapados en un bucle repetitivo, con resultados totalmente negativos para las generaciones actuales y dada la situación, previsiblemente también para las venideras para quienes la expresión “proyecto de futuro” pasa, como antaño ocurrió con andaluces y gallegos, por hacer las maletas y emigrar a otras partes del estado o incluso al extranjero, pues no todos en este pueblo están llamados a la gloria del funcionariado, y claro esta, tampoco se trata de ofrecerles una carretilla para que se dediquen a la muy digna venta de chumbos en el hacho, sector este que por otra parte también esta muy solicitado por nuestros vecinos en la temporada de verano.
Y lo peor y mas curioso del asunto es que se esta viendo venir desde hace tiempo y se sigue sin hacer nada, se ha dejado esta tierra como un campo yermo para la producción, sin ejecución de proyectos que nos ilusionen a nosotros y a nuestros jóvenes a quienes, visto lo visto, lo único que les queda es que los llamen, si tienen suerte, del plan de empleo y poco mas.
Si seguimos en esta dinámica no será de extrañar que hasta en Castillejos se lleven a cabo mas proyectos con visión de futuro que los que se propongan aquí, al contar como punto de referencia económico su nuevo puerto de TángerMed. Eso sí, si lo miramos bien algún problema nos quitarán, pero no todos pues a buen seguro que sus parturientas seguirán haciendo uso de nuestras infraestructuras y recursos sanitarios, a coste cero, gravando nuestra economía y colapsando servicios, haciendo mucho mas difícil la inversión en otras cosas, pues el gasto que se deriva de este “acto altruista” para con nuestros vecinos, impide que se puedan llevar a cabo nuevas iniciativas que podrían ser de utilidad para el desarrollo propio.
A veces hay artículos que, a medida que los desarrollas compruebas como la indignación del que lo suscribe va in crescendo, al ir haciendo memoria de las oportunidades perdidas y de la magnitud del despropósito, sirva como ejemplo de ello, el fracaso de la piscifactoría donde de haber sabido esperar y contar con verdaderos expertos, otro gallo nos hubiera contado y hoy estaríamos hablando de resultados positivos como los que se han obtenidos en otros lugares con proyectos similares.
Ahora estamos con la Estación Náutica como proyecto estrella para el desarrollo turístico de nuestra ciudad, vamos a ver que pasa, los resultados también es cuestión de tiempo.
Todavía es pronto para hacer una valoración, pues aunque la sensación a priori sea de que con el turismo poco empleo se esta creando y que como todo esta en franca recesión, la realidad es otra pues en este caso se trata de otra clase de turismo, diferente al tradicional y cuyos resultados necesitan de unos plazos a mayores.
Ahora bien, eso no elimina los riesgos que para su éxito lleva aparejado, el querer ir demasiado deprisa y el afán de protagonismo que quieren mostrar algunos de sus promotores, quienes quizá por la impaciencia propia de la juventud, están ansiosos por obtener resultados positivos demasiado pronto, obviando que ellos no son políticos sino empresarios, y que a diferencia de los primeros, quines tienen que demostrar resultados cada cuatro años, para los segundos el tiempo discurre por plazos muy distintos, de ahí la necesidad de marcar en este asunto y en aras de un mayor éxito, las distancias oportunas entre lo político y lo empresarial, ámbito este ultimo que, al margen de algún que otro aspecto negativo ya reseñado, cuenta con un equipo dirigente bastante solvente, muy capaz, de ser pacientes, de obtener resultados positivos con el proyecto a la mayor brevedad posible.
Y ellos saben, lo que me alegraría de que así fuera.