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Los sindicatos hacen balance del curso que acaba de finalizar. Un año que comenzaba con buenos augurios y que, la no aplicación de la nueva orden de interinos o la LOMCE, han recrudecido
Con el curso académico finalizado y unas oposiciones al cuerpo de Maestros recién concluidas que, no han sido “tan catastróficas como se esperaba”, los diferentes sindicatos del área de Educación hacen balance de un curso que no ven del todo “negativo”, ni “muy movido”, pero del que señalan, ha tenido “sus altibajos”. ANPE, y las secciones de UGT y CCOO, coinciden en que 2016-2017 ha sido un año con sabor “agridulce”. Un curso que comenzaba con buenos augurios pero que, en su transcurso, algunas de las promesas y sueños depositados se han ido truncando. “Empezó con muy buenas expectativas tanto a nivel de la Dirección Provincial de Educación como con los servicios ministeriales. Es cierto que con la primera, en líneas generales, se ha mantenido, pero en cuanto a la segunda ha sido un profundo fraude”, opina el secretario general de Educación de CCOO, Antonio Palomo.
Una valoración unánime para UGT, ANPE y CCOO. El comienzo del curso preveía diferentes reuniones en la capital a fin de debatir cuestiones fundamentales de la educación y el funcionamiento de los servicios educativos en la ciudad. Expectativas que se fueron fragmentando en el transcurso del mismo y que tuvieron su punto álgido con el incumplimiento en la aprobación de la nueva orden de interinos. “Nos han engañado y ha sido todo un cúmulo de paripés que nos han obligado a desplazarnos e invertir recursos para hacernos perder el tiempo”, declara Palomo. En la misma línea se manifiesta Remedios Acosta, presidenta de ANPE, que considera que el “engaño” en las negociaciones sobre la orden de interinos ha sido uno de los aspectos más nefastos que han marcado el curso. “Ha sido una tomadura de pelo, no solo a nosotros, también a la Dirección Provincial”, declara.
La LOMCE ha sido otra de las protagonistas de este finalizado curso. La proposición sobre su suspensión, debatida en el Congreso, puso a la educación en el centro del debate político, de modo irreflexivo, sin pensar en las consecuencias inmediatas que puede tener para la organización de los centros, para los alumnos y sus familias y los propios profesores. “Con las reválidas se movilizó toda la comunidad educativa y se consiguió parar pero, en este aspecto, los peor parados han sido los alumnos de 2º de Bachillerato, ya que la incertidumbre sobre el tipo de examen y la publicación de los temarios en el mes de febrero han sido decisivos en las nuevas pruebas de selectividad”, expone Acosta. El problema de esta ley es que se encuentra vigente y operativa junto con la LOE, a pesar de ello, el secretario general de la FeSP de UGT, Francisco Lobato, considera que se han subsanado algunos errores “gracias a que el Gobierno ya no goza de mayoría absoluta”. No obstante Lobato atestigua que el “gran problema que invade al sistema educativo” no se resolverá hasta que las distintas comunidades no lleguen a un acuerdo.
Eternas cuestiones sin resolver que siguen en el frente de batalla de todos ellos son los comedores escolares o la asignación de becas por parte de la Ciudad. “El gran problema de los comedores es que existe una descoordinación muy lamentable entre los tres organismos encargados de su gestión, Dirección Provincial y Consejerías de Educación y Asuntos Sociales, que se resolvería de una forma tan simple como que cada una de ellas asuma las función que le corresponde”, explica Palomo, quien añade que “el único que ha mostrado interés en querer solventar el problema ha sido la Dirección Provincial”. Un asunto que ha finalizado el curso igual que lo comenzó y que se enfrenta al nuevo con el único cambio en la gestión de los mismos que se hará por un sistema de catering.
A pesar de ello concluyen que no ha sido “tan malo” como en otras comunidades donde los recortes se han resentido más. Destacan sobre todo que se “esté alcanzando la ratio en las aulas”. Aunque reconocen que todavía existen centros masificados y seguirán luchando para la construcción del colegio y el instituto prometido por Madrid. También positiva ha sido la cobertura de las bajas docentes. “En cuestión de tres días estaban las plazas cubiertas”, señala Acosta. Y consideran que la reducción de profesorado no ha sido tan notable y destacada como en otras comunidades que “se han resentido más”.
Existen sombras pero también comienzan a aparecer luces para un curso que acaba de finalizar y que comienza a sentar las bases del próximo. Las luchas y reivindicaciones proseguirán para ampliar esa luminosidad en la educación. “Seguiremos pidiendo más profesores de apoyo o que se habilite otro centro de educación especial, ya que San Antonio no puede dar más cobertura y existe mucha demanda”, apunta Acosta. Pero no solo eso, una de las cuestiones que priman en el sistema educativo es ese deseado pacto de Estado. “La Educación debe formar parte de una política de Estado, que responda al interés general de los ciudadanos y no a intereses partidistas”, expresa Palomo.