Cultivo en Ceuta de la conciencia medioambiental

Reforestación, redacción de informes, divulgación, prevención... la diaria labor de Obimasa a favor del entorno natural.

La política medioambiental en nuestra ciudad se materializa gracias a diversos actores. Uno de los más importantes es la empresa pública Obimasa (Obras, Infraestructuras y Medio Ambiente de Ceuta SA), cuya labor se va desde el cultivo de la conciencia medioambiental en la ciudadanía, y especialmente en la población infantil, hasta la devolución de ejemplares a su ambiente natural, labores de reforestación, de prevención de incendios o elaboración de informes. “Se han hecho informes de la caza, del medio forestal, sobre medios marinos, sobre proyectos o planes que tienen una cierta afección sobre el medio ambiente... Se han hecho unos 220 informes técnicos el año pasado”, asegura Antonio Muñiz, director financiero de Obimasa.
Sin embargo, uno de los principales campos en los que trabaja la sociedad pública es la concienciación ambiental, sobre todo en los niños. Su programa de educación ambiental ya ha alcanzado su edición número viente. El año pasado, gracias a esa iniciativa, unos 10.000 de alumnos de Primaria y Secundaria visitaron el centro de Obimasa o realizaron diversas actividades en sus colegios gracias a los técnicos de la empresa que desplazaron hasta las aulas. “El principio inspirador de esta iniciativa es ‘conocer para conservar’. Hay alumnos que vienen en Primaria, que regresan en Secundaria. Se les va formando y se les va concienciado. Son el futuro”, explica Muñiz. No obstante,  aunque no está dentro del programa de educación medioambiental, Obimasa también realiza actividades “a demanda” con asociaciones de vecinos, con grupos juveniles e incluso con partidos políticos. “Lo solicitan y lo estamos haciendo”, señala Muñiz, pero el programa de educación medioambiental está centrado en los más pequeños. ‘Jugando con la Naturaleza’, la granja escuela, la transformación de alimentos, recuperación de los bosques... son todas actividades para alumnos de Primaria y Secundaria. “Básicamente, lo que hacemos es una labor de concienciación y que conozcan nuestra naturaleza, nuestra fauna, la flora, el reciclaje”, explica el director financiero de Obimasa. Descubren así la riqueza medioambiental de nuestra ciudad, de cuya existencia muchas veces no somos conscientes. “Ceuta, por ejemplo, es un lugar privilegiado en el paso de aves. Es algo que la mayoría de los ceutíes no conocemos. Hay días que son cientos y cientos de aves las que cruzan el Estrecho por esta zona. A mucha gente le sorprende”, asegura Muñiz. Y la sorpresa puede ser aún mayor si algún emprendedor descubre su potencialidad y decide explotar económicamente el interés cada vez mayor que despierta el turismo ambiental. En este sentido, hay que señalar que Ceuta no es sólo un sitio privilegiado para observar el paso de aves. Cerca de nuestras costas también es posible disfrutar de la presencia de numerosos cetáceos. “En pocos sitios de España tienen esta riqueza”, subraya Muñiz, “creo que todavía está por desarrollar ese nicho de mercado”.

Semilla medioambiental
El trabajo que realizan los técnicos de Obimasa con los niños obtiene resultados sin demasiada dificultad. La ‘semilla medioambiental’ germina y echa raíces en los más pequeños con relativa facilidad. “Cada vez la concienciación es mayor. Cada vez hay mayor respeto por el medio ambiente. Cada vez vemos más claro que este es el planeta que tenemos y que para poder disfrutar de él y poder seguir existiendo hay que cuidarlo”, asegura Muñiz. Aunque advierte de que, no obstante, hay que seguir trabajando en concienciar a la población. En esta labor son fundamentales los niños. No sólo son fáciles de concienciar y asumen rápidamente la idea de que es necesario respetar la naturaleza, sino que además se convierten en unos magníficos ‘agentes medioambientales’ corrigiendo las conductas equivocadas de los mayores. “La idea es que estos niños actúen como motor de cambio. Si aquí, en Obimasa, ven el tema del reciclaje y el uso de los contenedores, luego van a ir a casa y recuerdan a los adultos dónde hay que tirar cada tipo de desecho”, explica Muñiz.

Conservación y vigilancia
Las competencias de esta empresa pública van más allá de la concienciación. La conservación y vigilancia de nuestra masa forestal es de gran importancia, especialmente en la época del año que se aproxima, con altas temperaturas y falta de lluvias. “Ahora mismo ya tenemos un equipo de vigilancia contra el fuego que trabaja en horario de mañana y de tarde los siete días de la semana. Realiza una labor de prevención”, explica Muñiz. Estará operativo desde el 1 de junio hasta el 2 de noviembre, ese periodo, según recoge un decreto de la Consejería de Medio Ambiente, es la época de mayor peligro de incendio forestal.
La lucha en defensa de los árboles no sólo es contra el fuego. Otro enemigo, concretamente de los pinos, es la procesionaria. Los técnicos combaten utilizando diversos métodos contra esta oruga y también llevan a cabo reforestaciones con plantas del vivero de Obimasa. Además, durante todo el año se realizan una serie de actuaciones para mejorar las zonas forestales. En este área, los numerosos eucaliptos que existen repartidos por el terreno de Ceuta representa un verdadero problema. En primer lugar, no es una especie autóctona. “Aquí lo que existía era el alcornocal. A mediados del siglo pasado se decidió, por motivos económicos, sustituir esos árboles por el eucalipto, para la producción de papel. El negocio papelero se acabó y el eucalipto aquí sigue. El eucalipto, con el tema de los incendios, es una auténtica bomba. Tiene un alto poder de combustión. Es un árbol que no permite que existan otras plantas a su alrededor. Necesita mucha agua. Es muy perjudicial y negativo”, explica Muñiz. Por el contario, su antecesor, el alcornoque, la especie autóctona, cuenta con una capa de corcho que los protege del fuego y no necesita tanta agua. “La brigada forestal de Obimasa se dedica repoblar nuestros montes con plantas autóctonas que criamos en nuestros viveros forestales. Metemos plantones de alcornoque, de palmito... las plantas autóctonas de Ceuta”, señala el director financiero.
Algunos animales también tienen una segunda oportunidad gracias a Obimasa. Muchos de ellos son ejemplares que decomisan en la frontera o en el puerto los agentes de la Guardia Civil procedente del tráfico ilegal. “Los camaleones son una de las especies que son más objeto de tráfico; y las tortugas moras y muchas aves. En la mayoría de los casos es fácil reintroducirlos en el medio ambiente”, asegura Muñiz. Durante un tiempo los animales están en las instalaciones de Obimasa y, después de comprobar que están en buen estado, se ponen en libertad.
Así es la batalla diaria que los operarios de Obimasa mantienen y que poco a poco parece que van ganando gracias, en gran medida, a la labor de concienciación que realizan la población en general y particularmente con los niños.

Las redes sociales, otra herramienta medioambiental

La empresa pública tiene en su cuenta de Facebook un modo de mantener un contacto cercano con los ciudadanos. Allí Obimasa da a conocer asuntos relacionados con la concienciación ecológica como el Día Mundial del Medio Ambiente, una conmemoración que aprovecha para recordar que es necesario proteger y conservar en Ceuta distintas especies de flora, como la siempreviva, y de fauna, como la salamandra norteafricana. Y ofrece unas fichas explicativas de ambas.