Por más que lo intento sigo si entender el culebrón montado tras la presentación en la sede del PSOE del proyecto SABA. El culebrón montado porque la transparencia y claridad no han tenido a bien aparecer en este historión que veremos cómo termina. Fue el propio partido el que convocó a los medios de comunicación a su sede para darnos a conocer ‘la auditoría del proyecto’. Eso es lo que decía la convocatoria. Por tanto el partido acoge la presentación de un acto con cierta responsabilidad en ese gesto, no por resolver “necesidades con rapidez” -como se nos ha dicho-. ¿Cuántas entidades próximas al sentir socialista han tenido la oportunidad de hacer una presentación a los medios y en esta sede? Podríamos empezar a contar y terminamos antes que esta frase.
En la web figura que la sociedad Euromedi Engineering S.L. tiene un administrador único, que es el senador Adil Mohamed. Al haberse dicho a la prensa que él era voluntario y chocar dicha declaración con lo recogido en esa página, se le preguntó, sin animadversión alguna, si era o no dueño de esa entidad. Su respuesta fue que no, que no lo era, que era un error que se corregiría de inmediato.
24 horas después, tras hacer gestiones con el Grupo en el Senado (ya que el PSOE de Ceuta evitó hacer cualquier mención a este asunto a pesar de sí haber citado a los medios de comunicación días atrás para darlo a conocer), se nos indica que se publicará la declaración de actividades del senador Adil -de momento solo está disponible la de renta y propiedades- y en la misma se recogerá su papel como administrador único de esa empresa. ¿Qué ha cambiado en 24 horas? Eso es lo que nos gustaría saber.
El que dice ser asesor del senador, Muhammad Mohamed, a quien los medios de comunicación solo teníamos fichado por haber salido en el BOCCE como uno de los asesores del Grupo Político Socialista en la Asamblea -otra sorpresa que podría explicar el PSOE cuando le apetezca-, se puso en contacto con esta Casa para indicarnos que el senador es administrador de la sociedad, negando cualquier tipo de oscurantismo. “No hay malas intenciones”, insiste. Le faltó decir que esas malas intenciones anidan en la subjetividad de cada uno, los periodistas hasta la fecha no tienen el arte de traspasar la mente y saber qué pretende cada uno en su vida, con sus medios o con ajenos. Lo que está claro es que a fecha de hoy ni el partido que acogió este evento, ni el senador Adil ni quien dice ser su asesor han sido capaces de aclarar el baile de informaciones y a qué se debe el mismo.
Solo hay que responder a una pregunta muy concreta: si el senador Adil es el cabeza visible de esta entidad por qué lo negó; si nada tiene que rechazar a ese proyecto “sin ánimo de lucro” -término que repiten hasta la saciedad- por qué se han cambiado las versiones en 24 horas. Solo tienen que aclararlo, no es difícil.