Entre el 1 y el 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, un momento en el que reivindicar la importancia de que las madres alimenten a sus hijos de la manera más natural y saludable posible, mediante la leche materna. Este año además se centra en un aspecto de actualidad que debemos tener en cuenta, el medio ambiente. Con motivo de esta semana, El Faro de Ceuta ha contado con la colaboración de Lactaceuta, asociación de lactancia constituida hace un año para promocionar esta práctica y mostrar sus innumerables beneficios.
Almudena Mundi, asesora de lactancia y presidenta de Lactaceuta, ha explicado la importancia de esta semana. “Se celebra por un motivo de salud pública y de bienestar, con el objeto de beneficiar la salud pública tanto de los bebés como de las mamás. La lactancia es algo muy normal y gracias a ella el ser humano ha subsistido hasta que, entre los años setenta y ochenta, van apareciendo las grandes farmacéuticas con las leches de fórmula. Con esto ha habido muchos beneficios económicos, se vendió como que era mejor que la leche materna. Y esto se cuela en varias generaciones, en las cuales muchos bebés no fueron amamantados. Además hubo muchísimas muertes de bebés en países subdesarrollados en los años ochenta y noventa debido a que no había agua potabilizada, con lo que se mezclaba la fórmula de mala manera, con falta de higiene. Todavía a día de hoy vivimos en una era capitalista en la cual los beneficios económicos priman a los de la salud. Por esto se conmemora esta semana, porque tenemos que luchar por lo que ha hecho que el ser humano subsista de forma natural a lo largo de millones de años. Somos mamíferos y nos alimentamos de nuestras madres hasta que empezamos a comer y vamos dejando progresivamente el pecho. Debemos seguir promoviendo esto, porque hay muchos profesionales de la salud que no tienen una formación específica y hay muchas lactancias que se destrozan por poca información, o información mala o confusa”.
El tema de este año es el medio ambiente, ya que la lactancia materna es un alimento sostenible, tal y como explica Mundi. “Cumple los cuatro criterios exigibles para asegurar la sostenibilidad de un producto: ser sostenible económica, ecológica, social y políticamente. Es barata, aprovecha el recurso natural de forma eficiente sin desperdiciar energía para su producción ni producir excedentes. No contamina, utiliza energía limpia y renovable, ya que reutiliza la energía de los alimentos ingeridos por la madre. También es de proximidad, mejora la calidad de vida y la salud de las personas, y difunde valores de equidad, sostenibilidad y conciencia ecológica”. Por todo esto se considera un “superalimento”. También ha citado algunos datos sorprendentes sobre la leche de fórmula y su fabricación, como que para producir un kilo se debe gastar casi cinco mil litros de agua, se generan más de 2,8 millones de toneladas de CO2 y genera una gran cantidad de residuos de metal y papel.
La leche materna es ideal para que el bebé fabrique anticuerpos frente a enfermedades
La leche materna proporciona beneficios para la salud, tanto para el bebé como para la madre. “Para empezar, va adaptándose a la edad y a las necesidades del bebé. Si el bebé está malo, le ayuda a fabricar más inmunoglobulina, para que le ayude a superar esa enfermedad, por ejemplo. Tiene numerosos micronutrientes, minerales, enzimas, factores de crecimiento, hormonas y características inmunológicas. Previene muchísimas enfermedades. Esto a nivel científico. Y como datos curiosos, también favorece un mayor desarrollo cognitivo y un mayor coeficiente intelectual. Hay estudios que demuestran menores índices de caries, menores enfermedades respiratorias y gastrointestinales, menor índice de muerte súbita por atragantamientos, entre muchos otros aspectos”, detalla la presidenta de la asociación con respecto a los pequeños.
Y para la madre, también existen numerosos estudios que avalan sus aspectos positivos. “Reduce el riesgo de anemia en la mamá, ayuda a perder peso fácilmente y facilita el vínculo mamá y bebé, lo que produce un menor índice de depresiones postparto y otras enfermedades psicosociales. Produce un menor índice de osteoporosis en la menopausia. También hay estudios que lo relacionan con un menor índice de cáncer de mama, ovarios o útero. Las mamás que amamantan duermen mejor que las que no lo hacen. Y por supuesto, el ahorro económico que supone. Una lata de fórmula puede llegar a alcanzar unos veinte euros, y eso para una familia es un gasto importante, de unos cien euros al mes”.
En estos últimos meses han surgido algunos temores que han llevado a rumores infundados sobre la lactancia y el coronavirus. Por ello Lactaceuta ha tratado de desmentirlos aportando la realidad de la situación y apoyando estudios como en el que han participado dos matronas del Hospital Universitario de Ceuta, Juana María Vázquez-Lara y Luciano Rodríguez Díaz, entre otros. En este informe se constata que la leche materna no solo no provoca que se pueda contagiar esta enfermedad, sino que además protege a los pequeños. Simplemente se deben mantener unas ciertas medidas de seguridad e higiene, como amamantar con mascarilla. “Los bebés amamantados por madres infectadas con la enfermedad tienen menor disposición a padecer la enfermedad, y si han sido contagiados, tienen mayor esperanza de vida y mayores posibilidades de sobrevivir incluso sin padecer algún síntoma”, declara Almudena Mundi, que también ha comentado que muchas madres suelen tener miedo a contagiar a sus hijos de cualquier enfermedad, ya sea un resfriado o gastroenteritis. Pero la leche materna es ideal para que el bebé fabrique anticuerpos que le protejan ante todas ellas.
Como consejos sobre la lactancia, Mundi puede ofrecer tanto sus conocimientos sobre el tema como su experiencia personal, ya que tiene tres hijos pequeños. Para ella, lo principal es que las madres hagan “lo que su corazón y su instinto les diga. Si su corazón les dice que sigan, que lo hagan. Pero si les dice que no lo hagan, pues no. La lactancia tiene que ser disfrutado por todas las partes, principalmente por la diada bebé y mamá, y por la familia. Lo que recomienda la OMS, la Asociación Española de Pediatría y demás organismos a nivel de salud infantil es que se amamante como mínimo hasta los seis meses, y que a partir de ahí se complemente con otro tipo de comida, como mínimo hasta los dos años. Con respecto al destete, que cada mamá lo haga cuando lo considere oportuno. Siempre será mejor cuanto más tiempo ofrezcan leche materna, ya que es indudable que se obtienen numerosos beneficios para la salud tanto del bebé como de la madre, científicamente demostrados”.
Pese a que la asociación ha paralizado sus actividades presenciales, durante toda la semana publicarán contenidos en sus redes sociales para dar algo más de información y despejar dudas a las madres más primerizas y a la sociedad en general.