Las averías son continuas en la flota de vehículos que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Ceuta (Ingesa) tiene contratada a la empresa Ambulancias MP –del grupo SSG– para prestar servicio en el 061.
En tan solo la última semana son al menos cuatro las incidencias mecánicas que ha sufrido, en este caso, la unidad de Soporte Vital Básico (SVB), con la gravedad de que en una de ellas ni había otra ambulancia disponible y hubo que esperar al mecánico para su reparación.
Este vehículo no pudo entrar en funcionamiento hasta dos horas más tarde. Nada es puntual puesto que, a lo largo de 2017, únicamente la Unidad Médica de Emergencias (UME) se quedó parada hasta en 15 ocasiones, sin contar con las que pudo hacerlo la SVB ya que no se tiene constancia por escrito aunque se estiman numerosas.
Cualquier explicación conduce a las prescripciones técnicas del contrato de transporte sanitario de Ingesa con la actual adjudicataria.
En unos vehículos cuya antigüedad ronda los siete años de uso continuado, el deterioro propio de ambulancias como la UME hace necesario acometer reparaciones que, de acuerdo con los pliegos, corresponden a la empresa contratada por la sanidad pública.
Unos arreglos que, aunque cuenten con la acreditación correspondiente, luego no se corresponden con la realidad que se encuentran los profesionales que trabajan en la misma.
Se da la circunstancia reciente de que, en dos días, han tenido que cambiar la unidad de SVB en tres ocasiones por averías que le impedían la circulación. La responsabilidad del mantenimiento recae en la empresa Ambulancias MP y, a tenor de las estadísticas, se podría estar dando un incumplimiento reiterado ante la complacencia de Ingesa.
La Dirección Territorial de Fernando Pérez-Padilla, la de Atención Primaria, la máxima responsable de transporte terrestre de Ingesa y la representante de la concesionaria están al tanto de las incidencias por escrito desde 2017, sin embargo, bien parece que Ingesa mira para otro lado y hace más caso a la adjudicataria que a su propia plantilla.
No así los Servicios Centrales de José Julián Díaz Melguizo en Madrid porque, según pudo conocer este periódico extraoficialmente, los informes sobre el estado del 061 nunca le llegaron. Una de las peores adversidades para prestar un servicio de emergencia en tiempo y forma son las averías mecánicas, las cuales conllevan un traslado de material de una ambulancia a la sustituta que en el caso de la UME se prolonga varios minutos. Pero, por desgracia, no es la única.
La baja calidad del material fungible y los problemas de desabastecimiento que duran meses o que, directamente, no se facilita ya sea porque no es necesario ni rentable bajo el criterio de la empresa, son otros de los contratiempos que tiene que capear la plantilla.
Por tanto, el tipo y la distribución del material fungible es uno de los aspectos a mejorar. Diversas circunstancias han provocado que el 061, al ser el único recurso sanitario medicalizado con posibilidad y con obligación legal de prestar una atención sanitaria in situ y disponibilidad inmediata las 24 horas del día y los 365 días del año, se utilice para cualquier incidencia sanitaria que surja en la ciudad.
Si Ingesa y la concesionaria atendiesen las observaciones que hace el 061, se reforzaría la respuesta rápida, accesible y continua a la demanda asistencial potenciando la confianza de los ciudadanos y elevando la calidad clínico-asistencial, a la vez que mejorando la coordinación entre Atención Primaria y Especializada en este ámbito.
Por otro lado, la orografía de Ceuta propicia zonas de sombra donde no hay cobertura ni por teléfono ni por transmisión radiofónica convencional, habiendo solicitado en varias ocasiones la adquisición de un sistema TETRA como tienen Cruz Roja, Protección Civil o Policía Local. Además, su cartera de servicios es poco concreta porque el 061 sirve tanto para atender una RCP, un parto en la frontera o realizar un traslado al helipuerto.
Solicitado en varias ocasiones un sistema móvil digital de radio por la falta de cobertura
En los estudios realizados para elaborar el Plan de Ordenación de Recursos Humanos de Ingesa figura que la actividad en los servicios de urgencias ha subido por encima del 25 por ciento.
La demanda asistencial sanitaria en general –urgencias y no urgencias– ha aumentado de manera progresiva en los últimos años debido al aumento demográfico; al trasiego de la frontera; los saltos al perímetro fronterizo; la disminución de la figura del médico en centros privados o dependientes de la administración pública así como en los eventos deportivos; la sanidad privada sin cobertura de asistencia médica en domicilio y traslado a sus respectivos centros sanitarios; el crecimiento de la población senil acompañado de una mayor demanda por los problemas de movilidad; y la tendencia de la población a demandar consejo o asistencia por teléfono.
Después de 17 años de creación del Servicio de Emergencias 061, Ingesa y organizaciones sindicales siguen sin haber abordado la jornada laboral y los complementos –turnicidad, nocturnidad, peligrosidad y festivos–.
Aunque la productividad nunca debe ser el único componente de la motivación, es importante que exista un incentivo en las retribuciones para los trabajadores comprometidos y cuyos criterios de ponderación sean claros, transparentes y consensuados.
Este área ya trasladó a Ingesa cuáles son, a su parecer, las líneas de actuación tendentes a incrementar la satisfacción y la motivación de los profesionales y trabajadores: la descentralización de la gestión; la participación de profesionales y trabajadores en los procesos de toma de decisiones; la revisión de la Mesa Sectorial de 2007; unificar la uniformidad de los técnicos en emergencias sanitarias de las unidades UME y SVB con la del equipo médico y enfermero para evitar confusiones, así como potenciar la investigación y la formación.
Si el fin de semana pasado el inconveniente del 061 fueron las averías, el anterior fue la falta de vehículos. Este periódico se hizo eco el sábado 16 de las quejas ciudadanas porque dos personas sufrieron un percance a la vez –en lugares distintos– y la ambulancia tuvo que decidirse por atender a una u otra.
Esta denuncia ciudadana tiene su fundamento en las dificultades que encuentra el Centro Coordinador de Urgencias (CCU) cuando necesita activar alguna unidad no adscrita al 061 pero sí contratada por Ingesa para apoyar en caso de que la demanda asistencial supere los recursos propios.
Unos impedimentos que se producen pese a que está contemplado en el pliego de prescripciones técnicas del contrato. Este desajuste se produce cada vez que el CCU llama para solicitar colaboración en caso de que sus dos recursos estén ocupados –una Unidad Médica de Emergencias (UME) y una de Soporte Vital Básico (SVB)– y concurran circunstancias especiales.
La respuesta desde la central en Jaén de la adjudicataria del servicio, Ambulancia MP –del Grupo SSG–, es desmoralizadora porque en un porcentaje elevado de ocasiones se informa de que están en uso y no quedarán disponibles hasta pasado un tiempo. Una disposición que va en contra de la inmediatez que se presupone de un servicio como es el 061 y que se compensa con el esfuerzo de la plantilla.
Por recursos propios se entiende una UME y una de SVB, con independencia de los vehículos de sustitución que obligatoriamente tienen que estar en la ciudad en caso de que las titulares queden fuera de servicio.
La UME también cuenta con el respaldo del personal médico y enfermero del SUAP de Puertas del Campo en situaciones clínicas de emergencia en las que la ambulancia esté ocupada o situaciones clínicas de urgencia no vital pero sí con necesidad de atención sanitaria en domicilio de beneficiarios de la Seguridad Social. Asimismo, cuando la ambulancia de SVB está ocupada, tiene que movilizarse una unidad de Transporte No Asistido (TNA) para lo cual se encuentran con serias dificultades.
La inexistencia de la integración de llamadas del CCU del 061 con el 112 retrasa de manera considerable la asignación de recursos y, en consecuencia, también la asistencia sanitaria si se requiriera, a juicio de las fuentes consultadas por este periódico. Este vacío influye de manera negativa en el objetivo de calidad más importante del 061 que es prestar la asistencia sanitaria adecuada in situ en el menor tiempo.
Como recomendaciones de mejora, de las cuales tiene constancia Ingesa y la Ciudad Autónoma, está la integración telemática de ambos CCU de forma que el 112 pueda transferir la carta de llamada al 061. En segundo lugar, la creación de un protocolo común de recepción de llamada con el ánimo de no duplicar ni perder información y de disminuir los tiempos desde que se produce el incidente hasta que recibe la atención o recurso adecuado.
Contar con información sobre los recursos sanitarios fijos y móviles o dónde hay desfibriladores permitiría al 061 dar una respuesta más adecuada y un uso racional de los recursos.
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