Una de tantas estampas curiosas que deja nuestra ciudad, como esta, en el Hacho, un atardecer de esta primavera
Sobrevivir es complicado. La lucha de las especies por salir adelante se escenifica en combates diarios en una Madre Naturaleza convertida en testigo de batallas a muerte. Como la protagonizada, en pleno Hacho, entre esta pavana y una rata. La balanza se inclinó en el lado del fuerte. Casi siempre son los vencedores.