Cuestionado sobre una hipotética dimisión ante la mayor crisis de Gobierno vivida desde hace tiempo, Vivas insistió en que permanecerá al frente del Gobierno en la misma línea de trabajo
Las víctimas políticas del caso ‘Loma Colmenar’ han afectado de lleno al Gobierno. Algo que no pasa inadvertido para la propia cúpula gubernamental que ha echado mano de una reestructuración para volver a situar pesos pesados en las áreas que han dejado al descubierto Susana Román y Rabea Mohamed. Vivas, que valoró el trabajo fundamental hecho por ambas, reflexionó sobre los “momentos difíciles” y convulsos que se están viviendo, colocando como remedio para salir de ellos “la fuerza, las ganas y mucha ilusión”.
¿Y dimitir? Vivas no evitó pronunciarse en torno a la pregunta formulada que, de hecho, permanece en muchos de los debates abiertos tras lo ocurrido. En esto fue claro: “El día en que crea que mi condición de presidente y alcalde sea un perjuicio para la ciudad, ese día presentaré mi dimisión”, aclaró. “Pero cuando azota el temporal, lo peor que puede hacer el capitán del barco es marcharse”, apuntilló. “En medio de las turbulencias, cuando el tiempo es malo, no se puede abandonar el barco”.
Vivas insistió en que, al margen de la investigación judicial, existe el derecho a la presunción de inocencia al que quiso apelar en defensa de sus dos excompañeras. De igual manera evitó pronunciarse sobre el caso o valorar lo que está ocurriendo toda vez que está bajo secreto de sumario, confiando en que cuando éste se levante puedan conocerse más detalles sobre lo investigado, las conexiones habidas y por haber y la supuesta trama que podía existir teniendo como centro la política en materia de vivienda existente.
La Policía Nacional ha detenido ya a 24 personas cumpliendo las órdenes judiciales en el marco de una operación que se espera mucho mayor, con nuevos arrestos y más avances en un proceso que sigue protegido por el secreto de sumario, que arrastra ya más de año y medio. Al margen de las detenciones se está tomando declaración a personas que no han quedado en calidad de detenidas. Atrás en el tiempo se efectuaron más actuaciones.
El runrún de la compra de viviendas que nunca confirmó El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, confesó ayer en su comparecencia oficial no haber sido ajeno a ese “runrún” que había en la calle sobre la presunta compra y venta de viviendas protegidas. Eso sí, aquello no dejó de ser una mera rumorología a la que siempre respondía con la misma frase: “Al juzgado y con pruebas”. Y es que según Vivas ese era el único camino que se podía seguir más allá de atender los comentarios que había en la calle sobre posibles ofrecimientos de casas, burlando el sistema de transparencia que debía pesar sobre la política en materia de vivienda.
Ese “runrún” se quedó en eso hasta que la Ciudad dio un paso más tras la publicación de la famosa ‘lista fantasma’ y el cambio de criterio seguido con la promoción de las 317 VPO de Loma Colmenar, en la que se aplicó la fórmula del sorteo en detrimento de otros procedimientos.
El “runrún” que había en la calle tenía como protagonista de la rumorología a Antonio López, quien ahora está preso preventivo por el caso ‘Loma Colmenar’. Vivas evitó hacer comentarios sobre si se arrepentía de haberlo tenido a su lado, como miembro del Gobierno, como máximo responsable en materia de vivienda y como uno de los elegidos en la lista de candidatos. Eso sí, dijo, como “hechos probados” antes de que estallara este escándalo que “ya no formó parte de la candidatura” en las últimas elecciones “ni fue renovado” en su puesto, apostándose por un cambio radical en materia de vivienda al despojarlo de todos los márgenes de actuación posibles. “Cuando uno tiene responsabilidad comete aciertos y errores, pero ahora no se trata de hacer un juicio de valoraciones”, reseñó, dejando claro que la elección de López estuvo en el segundo de los conceptos.
Con la política en materia de vivienda puesta en el disparadero, Vivas insistió en varias ocasiones que nunca tuvo ni información ni conocimiento alguno de una posible corrupción.