Los sindicatos desconfían de las promesas del
presidente de Ceuta, Juan Vivas, y ya preparan un calendario de movilizaciones para reivindicar mejoras en las condiciones laborales de los
empleados públicos. Así lo han anunciado en la tarde de este martes, no dándose por satisfechos con la mesa general convocada para el martes, exigiendo una respuesta previa de la administración. "
CSIF-
UGT" denunció el pasado lunes una situación de "parálisis total" en lo que se refiere a la negociación del convenio colectivo o la
oferta de empleo público, que en algunos puestos “no se ha iniciado”, además de echar en falta la aportación al plan de pensiones de los trabajadores de la Administración, de los años 2021 y 2022. Vivas pidió a los sindicatos
"una semana" para darles una respuesta sobre sus reclamaciones. Sin embargo, pasados tres días, "CSIF-UGT" advierte que las movilizaciones ya se están preparando. Los motivos, que ambas centrales se muestran "altamente" preocupadas ante la "más que evidente posibilidad de que el presidente incumpla su palabra y nos derive a responsables políticos que, entendemos, no son interlocutores válidos ahora mismo, ya que carecen de toda credibilidad, ganada a pulso". Se refiere "CSIF-UGT" a la ausencia de una respuesta previa a la Mesa General de Negociación, convocada para el martes. Aunque en su comunicado los colectivos dicen esperar "no tener que llegar a las movilizaciones", afirman que el próximo lunes se reunirán para "planificar un calendario de movilizaciones que incluirán concentraciones, manifestaciones" y todas aquellas medidas que entiendan "puedan llevar a lograr los objetivos anteriormente planteados". "Las acciones que programemos se repetirán las veces que sean necesarias y durante el tiempo que haga falta para el cumplimento de los objetivos que ambas centrales
sindicales nos hemos marcado", agregan. Asimismo, "CSIF-UGT" se reserva el derecho de realizar "cuantas acciones sindicales estimemos oportunas con el ánimo de conseguir hacer entrar en razón al
presidente de la Ciudad para que, de una vez por todas, solventemos los problemas enquistados de nuestra administración". A pesar de las advertencias, los sindicatos se muestran dispuestos "a negociar de forma constructiva".
Los conflictos
Uno de los asuntos enquistados es la negociación del convenio colectivo. El actual data de 2005 y "UGT-CSIF" no quiere seguir transigiendo con que se mantengan las mismas condiciones para los empleados públicos que hace 18 años, casi dos décadas. Con las elecciones regionales en mayo, el verano a continuación y los comicios nacionales posteriormente, las centrales ven difícil que las conversaciones sobre este asunto se reanuden antes de finales de año, lo que les parece "muy tarde". El segundo punto de fricción entre el gobierno y los representantes de los trabajadores es la convocatoria de una oferta de empleo público. Mientras sí se ha iniciado el proceso para cubrir algunas plazas, como la de ingeniero de caminos o algunas de médico, no se ha concretado aún la convocatoria para otras que consideran esenciales, como las de auxiliar de enfermería. La otra cuestión mayor es el dinero que, aseguran, se adeuda a los planes de pensiones del personal. Una cuantía que ascendería a los 440.000 euros entre 2021 y 2022.