Tras el incendio acaecido en el Monte de la Tortuga, la sección local de CSIF en Ceuta solicita que se amplíen los retenes de bomberos. Explican que el retén contra incendios que actualmente está presente en horario de 14:00 a 21:00h en el monte de García Aldave, es “totalmente insuficiente” y a la vez peligroso, opina CSIF, para la integridad de los efectivos debido al ínfimo número de unidades que se destinan al mismo.
En un comunicado dirigido a los medios, el sindicato detalla que este retén sólo cuenta con un conductor (el cual nunca puede abandonar el camión), un mando (encargado de organizar y dirigir) y un sólo bombero que en el caso de incendio, poco o nada podría hacer. Alertan que en el caso de sufrir un accidente durante los primeros instantes del incendio, sería muy difícil poder realizar un rescate.
“Hay que tener en cuenta que llevamos 5 o 6 años en los que hemos sufrido cuatro graves incendios durante los cuales hemos contado con un reten de tres bomberos como hemos comentado y, además, quizás el momento más importante a la hora de extinguir un incendio es a la hora de realizar la detección y la pronta actuación que sin duda, minimizará los efectos del mismo y los daños causados”, explica la central.
Es por ello que desde CSIF solicitan a la Administración local que se disponga “urgentemente” de un retén mínimo efectivo, el cual debe contar al menos cinco bomberos, los cuales se distribuirían en un conductor, un mando y tres bomberos, además de otro retén itinerante en el Monte Hacho.
Asimismo, piden que el reten de Feria se eleve de cinco a ocho efectivos, debido a que la gran acumulación de personas, instalaciones de maquinarias y casetas, dificultad la asistencia del servicio ubicado en el Parque de Bomberos a causa del trafico y aglomeraciones de personas que en el caso de accidente podía causar un mal mayor.
“Instamos por último a la Ciudad Autónoma que, urgentemente y sin dilación, de la forma que estime oportuna, limpie adecuadamente los montes de nuestra ciudad ya que la basura, despojos, e incluso el alambre de espino instalado todo ello, acumulados sin control, además de poner en peligro al personal que debe asistir un incendio, eleva las probabilidades de que sistemáticamente vuelvan a producirse incendios de alta gravedad como el que acabamos de vivir”, apostilla.