Con un pequeño flotador amarrado a su cintura. Así ha cruzado un joven marroquí este miércoles el espigón del Tarajal para escapar de
Marruecos. Los profesionales de
Marsave, la empresa de socorrismo encargada de atender las incidencias en las playas de Ceuta, acudieron rápido al lugar en donde se encontraba, a 200 metros de la orilla. Pudieron recuperarlo sin que se produjera una tragedia en el mar. Salvamento Marítimo y el teléfono único de
emergencias, 112, coordinaron la llamada de alerta que activó a Marsave para dar con el joven, que se encontraba a la altura de la Piedra del Pineo, en las inmediaciones de la playa de la Almadraba. Allí localizaron al magrebí, quien manifestó que había partido dos horas antes desde las costas marroquíes con ánimo de pasar a la ciudad. Buscó una cámara neumática de las que existen en las ruedas de vehículos para, a modo de rudimentario flotador, amarrárselo a la cintura para intentar mantenerse a flote. Una vez localizado el joven y tras procederse a su rescate fue entregado a la
Guardia Civil, cuyos agentes del Servicio Marítimo llevaron a cabo su traslado hasta el muelle para su posterior reconocimiento sanitario. En este caso la coordinación de todas las entidades implicadas en la garantía de la seguridad marítima ha sido clave para que no se produjera una incidencia que llevara a que este joven pusiera su vida en peligro. Constan desapariciones de adultos y menores después de que comunicaran a sus familias que iban a bordear el espigón. A pesar de las denuncias evidenciando su falta, no se tienen noticias de sus paraderos. Este verano está siendo intenso en cuanto a la presión migratoria se refiere, no solo por los magrebíes que son introducidos por redes de tráfico que solo buscan ganar dinero sino también por los que, con sus propios medios, se arrojan al mar en condiciones complicadas sin temor a morir en el intento.