Cruz Roja: los guías de las vacunaciones en Ceuta

Fueron esenciales durante el confinamiento y la desescalada repartiendo mascarillas y alimentos. Ahora con el inicio de las vacunaciones se han convertido en una de las dos patas imprescindibles para esta tarea ingente de vacunar a más de mil personas al día en Ceuta.

Se trata de los voluntarios y trabajadores de Cruz Roja, que actúan en coordinación permanente con los equipos sanitarios. Rubén Fernández es uno de los responsables de que todo salga bien, aunque confiesa que esto “no tiene nada que ver” con nada de lo que hubieran hecho antes.

La mayoría de las veces reciben la programación del día la noche anterior. En ese momento la pasan al chat de voluntarios para conocer con cuántos podrán contar.

“Cuando terminamos, si ha faltado alguien, se llama a un reserva para no desperdiciar una dosis”

Cuando llega el día, acuden entre las 7.30 horas y las ocho de la mañana, una hora antes del inicio de las vacunaciones, y lo primero es revisarlo todo: las vallas, las cintas y reunir todo el equipo.

“Nuestra jornada laboral ahora mismo está empezando a las diez menos cuarto de la mañana y finaliza sobre las cuatro y media de la tarde aproximadamente. Depende también de los reservas que tengamos, que hace que salgamos un poquito más tarde. Cuando terminamos, siempre ha faltado alguna persona y mientras que se llama a un reserva para que venga a ponerse esa dosis para que no se desperdicie y no, suele tardar casi una hora. Eso hace que la jornada al final termine sobre las cinco de la tarde”, explica Rubén Fernández, trabajador de Cruz Roja en el pabellón de La Libertad.

A primera hora de la mañana lo que se hace es comprobar el listado. “Vamos punteando sobre el cuadrante y comprobando que la gente no esté ya vacunada y que la segunda dosis o primera que le corresponda es arreglo a su edad”.

En total, entre los dos puntos de vacunación, son unos 18 trabajadores y voluntarios

Una vez comienza a llegar la gente, les indican que deben llevar en la mano el DNI, la tarjeta sanitaria o, si van para segundas dosis, la tarjeta de la primera. “Cuando se abren las puertas lo primero que se hace es comprobar que todos los datos de esa persona están bien en el listado y que no haya ningún error. En ese momento ya se les deja pasar y aquí dentro les indicamos dónde se tienen que sentar”, relata Rubén.

Todo para agilizar el proceso. Y es que su tarea consiste en organizar a las personas que acuden a vacunarse, de forma ordenada y con el objetivo final de que la llegada y el paso por la vacuna sea lo más fluido posible y lo más ágil para que aquellos que esperan no tengan que hacerlo durante mucho tiempo.

“Una vez que ya se le ha hecho la entrevista del médico y ya le ha puesto la enfermera la vacuna, volvemos a entrar nosotros. Les vamos preguntando si se encuentra bien, si se sienten mareados o cualquier cosa. En caso de que pasara cualquier cosa, avisamos inmediatamente al equipo médico. Si todo va bien, como suele ocurrir, solo tienen que esperar unos 10 o 15 minutos y una vez que se les da el certificado se puede marchar a casa”.

“Cuando le hace la entrevista el médico y le ponen la vacuna, volvemos a entrar nosotros”

Han ido aprendiendo de los errores. Pero junto con el personal de la Consejería de Sanidad forman un equipo que nunca falla. Santiago Ramírez es el coordinador de Cruz Roja en el punto de vacunación del pabellón de La Libertad y explica que a este equipo se suman también otros voluntarios que tienen disponibilidad cuando el número de vacunaciones es más amplio y se necesita.

“Llevamos ya seis meses en marcha y somos más de 18 personas trabajando tanto en la Asamblea como aquí en ‘La Libertad’. Vamos rotando de un punto a otro, por lo que somos dos equipos unidos en uno y lo vamos llevando lo mejor posible. Hay días que sí terminamos a nuestra hora, pero muchos nos tenemos que quedar hasta más tarde porque hasta que no colocamos la última dosis no nos vamos de aquí”, comenta Santiago Ramírez.

Rubén Fernández, trabajador de Cruz Roja: "Hay gente que viene muy animada y con ganas de ponerse la vacuna, y otros que vienen asustados”

De estos meses de vacunaciones, Rubén destaca que la gran mayoría de los que acuden tienen ganas de vacunarse, e incluso de inmortalizar ese momento. Pero también llegan muchas personas con miedo.

“Hay de todo porque hay gente que viene muy animada y con muchas ganas de ponerse la vacuna, pero hay otros que vienen un poco asustados y un poco dudosos de si me pongo la vacuna o no me la pongo, pero la mayoría vienen muy animados y muy contentos a ponérsela. Normalmente la gente viene asustada por los síntomas que les puede dar y si les puede causar cualquier cosa. Hay gente que cree que no va a poder andar o que le va a causar algún transtorno porque hay muchos bulos, pero cuando llegan aquí se les informa de que no va a pasar nada y se tranquilizan”, anota Rubén.

Al final, y lo que es más importante es que la mayoría de la población ceutí se vacuna y tiene confianza en el equipo que está ahí y que están dando el callo desde hace ya seis meses.

Ceuta da ejemplo a toda España

“Vacunamos a más de 1.000 personas al día y va todo muy bien. El ritmo que tenemos aquí en Ceuta es muy bueno”

Han asumido esta tarea con mucha responsabilidad. Es un trabajo cansado el estar colocando y atendiendo a toda la gente que pasa a diario por el punto de vacunación del pabellón de ‘La Libertad’ y de la Ciudad, pero está saliendo todo muy bien y Ceuta está dando ejemplo en toda España.

“Es cierto que este trabajo es muy diferente a lo que normalmente estamos acostumbrados a hacer. Era nuestra primera vez que cogíamos el tema de vacunaciones y al principio nos costó arrancar un poco. Pero después ya ha ido todo sobre la marcha, vacunamos a más de 1.000 personas diarias y va todo muy bien. El ritmo que tenemos aquí en Ceuta entre los tres puntos es muy bueno. Pero no solo depende de nosotros que estamos aquí en vacunaciones, sino también de los que están dando las citas. En conjunto entre todos hacemos un trabajo muy laborioso”, apunta Santiago.