Los mayores con demencia de Cruz Blanca se ha vestido la mañana de este viernes de flores hawaianas, faldas de rafia y mucha alegría. Pero no han estado solos, los 20 chicos y chicas de la parroquia Cristo Sacerdote y el personal de la Casa Familiar les han acompañado entre canciones, bailes y un concurso de miss y míster para los usuarios, uno de los momentos más divertidos de la jornada.
Los ancianos que han asistido a la fiesta, han compartido momentos muy divertidos, uniéndose a los cánticos y juegos que se sucedían . “El hecho de que venga gente de fuera les hace mucha ilusión”, comentaba Carlos Domínguez, Superior de la Casa Familiar Cruz Blanca.
La actividad, forma parte del proyecto intergeneracional en el que han participado jóvenes voluntarios de Bilbao, Vitoria, Zaragoza, Madrid y San Sebastián. El grupo que les acompaña es el último de la temporada, con el que han colaborado desde la semana pasada en distintas actividades por toda la Ciudad.
El objetivo de este proyecto es que ambas generaciones se beneficien mutuamente, intercambiando experiencias y creando relaciones a la vez que participan en ejercicios festivos de este tipo. “Esto es para ellos muy grande, tener a una generación diferente con ellos les hace muy felices”, manifestaba Sandra, integradora social.
Desde la entidad, han agradecido al área de Turismo por su colaboración en las visitas organizadas por la Ciudad, algo que ha destacado debido a que “los chavales no solo realizan una labor humanitaria”, sino que también “se llevan un poquito de Ceuta con ellos”. En esta línea, la Casa Familiar Cruz Blanca ha insistido en la importancia de que Ceuta posea un albergue juvenil donde voluntarios de cualquier sitio puedan hospedarse cuando vengan a realizar algún voluntariado. “Si tuviéramos instalaciones como en cualquier otra ciudad, se incrementaría el número de participantes en este tipo de proyectos”, expresó la integradora social.
Hoy es el último día de estos voluntarios, clausuran su estancia aquí con esta particular fiesta de despedida que culminará con una actividad por la noche. Se despiden hasta la siguiente temporada en la que acogerán a más grupos de jóvenes con ganas de colaborar con los usuarios de Cruz Blanca y además, divertirse y dejarse contagiar de la alegría que se respira en este centro.