Las denuncias por abusos sexuales de hace 15 años se recuerdan con el escándalo de ‘La Ciudad de los Califas’.
En estos días los abusos sexuales en Cruz Blanca han vuelto a poner a la luz del día los hechos que ocurrieron en la congregación de nuestra ciudad hace ya casi tres lustros.
Han sido muchos los ceutíes que han recordado los episodios protagonizados por el hermano superior, a quien han acusado en repetidas ocasiones, tanto en el Juzgado como en los medios de comunicación, por abusos sexuales hacia un menor que tenían recogido en la Casa ‘Nuestra Señora de los Angeles’ en el Sardinero.
Ahora, en Córdoba, dos integrantes de la congregación de Cruz Blanca, el hermano Manolo y el hermano Fermín, han sido imputados por la jueza de Instrucción número seis de la ciudad. Al primero por los delitos de abusos sexuales y maltrato a mayores y al segundo solamente por abusos sexuales.
Han pasado casi quince años entre una y otra situación, pero nuevamente esa mancha vuelve a caer sobre los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca. Ceuta y Córdoba se dan la mano estos días en unos episodios que, a buen seguro, marcarán el devenir de esta orden religiosa.
Porque además se ha abierto otro frente para los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca con la denuncia que la Fiscalía de Sevilla ha presentado contra siete hermanos y empleados de la casa central de la congregación en Sevilla, donde se investigan malos tratos a discapacitados psíquicos como insultos, bofetones, inmersiones en la piscina y hasta castigarlos sin comer por lo que se puede suponer un mal comportamiento. En Sevilla son enfermos psíquicos profundos, la mayor parte de ellos, dependientes.
En Ceuta fue un menor Angel S.R. quien denunció en repetidas ocasiones que había sufrido constantes violaciones por parte del entonces superior de la Orden en nuestra ciudad, el hermano Pepe y el hermano Guillermo. Cuando ambos abandonaron Ceuta y le sustituyó el actual superior hermano Aurelio Luque García, este joven se marchó también con José Herrera hasta la nueva aventura que montó en Benalup. Y en el año 2002 denunció estas violaciones ante la Guardia Civil.
El pasado mes de septiembre en unas declaraciones públicas que efectuó en un medio de comunicación, a raíz de una nueva detención del hermano Pepe, aunque ahora por motivos de malversación de fondos, entre otros delitos que se le imputan, indicó que tenía ya treinta y un años y que llevaba mucho tiempo clamando en el desierto y que parecía que ahora se le comenzaba a hacer caso.
En Córdoba, la situación comenzó por una denuncia anónima presentada en el mes de octubre y que provocó la detención de un postulante de la congregación. Ya comenzaron ciertas sospechas por la forma de actuar del hermano Manolo, superior en la “Ciudad de los Califas”, porque algunos padres de los internos en el centro de día, le recriminaron que no hubiera denunciado esos hechos.
Esta primera situación sale a la luz porque la Reina Doña Sofía se ve en la obligación de suspender una visita que iba a realizar al centro de Cruz Blanca en Córdoba por esta razón, y hasta donde se habían dirigido para estar presentes todos los superiores de Andalucía, entre ellos el propio de Ceuta, Aurelio Luque García.
Sin embargo, en el mes de marzo otra denuncia anónima, donde, por lo visto, se dan todos los datos de como se podían cometer esos abusos sexuales, llevan a la Fiscalía y a la jueza al inicio de una serie de diligencias que provocan la citación de religiosos y trabajadores del centro de Córdoba y que, de momento, se centran en la imputación a los hermanos Manolo y Fermín, al igual que un ex-trabajador que hace tres años había abandonado su relación contractual con los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca.
El propio superior de la Orden, el hermano Miguel Alberto López Nacarino, ha debido desplazarse a Córdoba y hacerse cargo de la dirección del centro.
Precisamente, en estos días, tenía previsto viajar a nuestra ciudad donde iba a mantener una serie de encuentros oficiales, pero ha debido suspenderse por esta situación que se ha producido en la casa de Cruz Blanca en Córdoba.
Se da una circunstancia curiosa y que, aunque la presunción de inocencia debe respetarse, las personalidades del hermano Pepe y del hermano Manolo son muy similares en un aspecto muy concreto y es en su donde de gentes, circunstancia que después se ha perdido, al menos en nuestra ciudad.
Ambos eran muy queridos en su zona de influencia, por tanto uno como otro supieron y han sabido, respectivamente, ser verdaderos relaciones públicas y conseguir que Cruz Blanca fuera entendida como algo íntimo para los ceutíes de aquellas época y para los cordobeses de la actual.
De todas maneras, los Juzgados se pronunciarán, pero como decía ‘El Periódico de Catalunya’ en una crónica: ‘Los Hermanos Francisco de Cruz Blanca han vivido la peor semana desde su fundación”.