Sonrisas, conversaciones amenas y ganas de emprender nuevos proyectos.
La Plaza de los Reyes se ha llenado la tarde de este viernes de amantes del croché, del ganchillo, la costura y otras actividades afines que no han querido desaprovechar la invitación hecha por la
Mercería Luis. Una agradable ‘Tarde entre costuras y labores’ amenizada con
buena música y en compañía de familiares y amigos que se han querido reunir en este céntrico lugar para pasar un rato diferente compartiendo técnicas y consejos. De parte de los organizadores ha sido Maripaz Márquez, de la Mercería Luis, quien ha tomado la palabra para hablar de este día para coser, bordar y hacer labores artesanales, agradeciendo a quienes han respondido a la convocatoria. “Nosotros que somos Mercería Luis que traemos el material para las actividades y después las organizaciones que de ‘Tejiendo con Corazón’, el Taller de Costura Telitas, también tenemos al
Centro del Mayor, la señora Marisabel que tiene su negocio de lanas y que enseña ganchillo y punto, y ha venido un grupo de alumnos de Instituto Clara Campoamor que este es el segundo año que hacen el ciclo de costura”, ha indicado.
Márquez ha hablado de la costura, el punto y el ganchillo como terapia, una alternativa para despejar la mente y pasar un rato divertido, compartir, aprender y relajarse, sin importar el género o la edad. “Todos aprendemos, todos lo pasamos bien y después nos hacemos un jersey, un bolso, una felpita, lo que sea”, ha contado. El grupo del
‘Clara Campoamor’ no ha pasado desapercibido con su máquinas de coser y uno de sus profesores, Chady Porcel Youssoufi, ha hablado sobre sus proyectos y metas. “Estamos promocionando el Grado Medio de Confección y Moda que empezamos el año pasado y este es ya nuestro segundo curso”. Porcel Youssoufi ha destacado la labor de los alumnos, en su mayoría mujeres, que “aprender a coser, a identificar los tejidos, las nuevas tendencias de moda y cómo atender a los clientes” La idea es seguir promocionando el grado, pues si bien han tenido muy buena acogida, todavía hay mucha gente que desconoce que esto existe y lo que hacen los alumnos. “Animo a las personas que estén interesadas a apuntarse a este curso o a cursos venideros”.
Sobre lo que hacen los alumnos, ha explicado que “ellos empiezan con lo más básico que puede ser hacer unas costuras o unos ojales, hasta confeccionar una prenda mucho más elaborada, una falda, una camisa, una americana, tanto a medida como a nivel industrial”, ha señalado. A la Plaza de los Reyes también ha llegado Amelia Sánchez, parte de un grupo de amigas crocheteras que no dudaron en apuntarse a la actividad. Ellas comenzaron emprendiendo con algunos proyectos solidarios y se mantuvieron. “Nosotros somos cuatro y tenemos un grupo en el que nos pasamos patrones, no aconsejamos”, ha explicado Sánchez. A ella y a sus amigas más cercanas les gusta el croché por el significado que tiene para ellas. “Para nosotros es un yoga, es como el que se va a correr, es nuestro momento de relajación, de desconectar”.
A esta cita tampoco podría faltar Toñi Muñoz, monitora del Taller de Punto y Croché del Centro del Mayor. En compañía de su gran grupo ha hablado maravillas de la actividad. “Esta es una experiencia estupenda, sobre todo de convivencia, yo que tengo mucha experiencia con los mayores, nos reunimos y la pasamos muy bien, esto nos viene de maravilla porque es una reunión entre amigas que cada una hace una cosa”, comenta. Una experiencia que definitivamente será bienvenida en próximas ocasiones, para poner en valor este tipo de actividades.