Críticos de Santa Teresa de Calcuta

Escrito por Juan Amado

Esta semana en mi WhatsApp puse la foto de la madre Teresa de Calcuta como homenaje a lo mucho que hizo y trabajo por los pobres y desamparados en el mundo. Unos días más tarde, un amigo de Illescas, que sabe de qué pie cojeo, porque nos conocemos y queremos desde hace muchos años, me envió un whatsapp con la historia negra de la madre Teresa de Calcuta. No tenía la mínima intención de ofender o cuestionar a la Santa, más bien, quería poner en cuestión mi ignorancia sobre la vida de una persona a la que homenajeaba en un whatsapp. Le dije que tenía argumentos y que escribiría sobre ellos.

Sin lugar a dudas, la madre Teresa, es la católica más conocida y respetada del planeta, pero desde que el mundo es mundo, las personas que han destacado en cualquier faceta de la vida tienen sus admiradores y detractores, es ley de vida. La dedicación de su vida a los más pobres le ha servido para que el Papa Francisco la canonizara el pasado domingo y para que sus detractores hagan caja económica y mediática contra ella.

Nadie con dos dedos de frente puede pensar que la madre Teresa era perfecta, simplemente porque era una persona y las personas nunca somos perfectas. Como dice el dilema “Qué fue primero el huevo o la gallina”, y la madre Teresa antes de Santa ha sido persona y, por tanto, no puede ser perfecta, pero su imperfección ha servido para hacerle la vida menos dura a millones de personas, para ayudar a curar o morir más dignamente a otros millones. Pudo cometer errores, tendría debilidades y sería vulnerable como todos, porque no nació Santa y lo dice uno que puede presumir de conocer a la única Santa viva, mi madre. Después de ella, todas las santas, tienen que hacer un milagro en vida y morirse para poder canonizarlas. Podemos estar conformes o no con las normas de la Iglesia, pero esa son dos de ellas.

Sus detractores dicen que recibió dinero de dictadores y de Charles Keating, encarcelado por el mayor fraude financiero de la historia de Estados Unidos, que le ingresó 896.300 euros, que ella no devolvió. No se si será cierto, pero lo que a mí me indignaría es que el dinero no lo hubiera dedicado a dar de comer a los pobres, a medicina o para mantener los hospitales donde sanaron millones de personas. Criticar a la madre Teresa de Calcuta, porque pudo hacer más y mejor como dice uno de los columnistas resulta fácil, pero no nos exime de nuestra responsabilidad, porque si millones de niños, mujeres y hombres mueren en las calles es responsabilidad de los gobiernos y de los millones de personas que cerramos los ojos ante tanta injusticia y, por supuesto, un poco menos a la madre Teresa, que aunque pudo hacer más, hizo mucho más que los que la critican.

Uno de sus censores se declara ateo convencido y arremete contra la Iglesia por su canonización, algo que resulta chocante, pregunto ¿si no eres miembro del club, cómo criticas los homenajes que el club “La Iglesia”, hace a sus miembros?. La Iglesia desde el punto de vista jurídico es una asociación con sus normas -ascensos y recompensas-, entiendo y puedo comprender que los miembros de la Iglesia cuestionen cualquier decisión, pero declararse ateo, no miembro de la Iglesia y criticar un nombramiento que no te afecta, porque no formas parte del “club”, resulta como mínimo grotesco. Si no formas parte de la Iglesia, esa Santa, no es tu santa y, por tanto, no te afecta el nombramiento.

En definitiva, querido amigo, mi pequeño e insignificante homenaje era a la persona de Teresa de Calcuta, que dedicó su vida con mayor o menor acierto a millones de personas necesitadas en el mundo. No sé si hizo un milagro curando el tumor a Mónica Besra, pero no tengo la menor duda que ayudó a vivir, sanar y morir con un poco de más dignidad a millones de personas, que ofreció su vida a ello y, como decía, sólo hubo una Santa viva, mi madre, aunque nunca hizo un milagro.