Usuarios habituales de la
Biblioteca Pública Adolfo Suárez de Ceuta que recurren con frecuencia a sus instalaciones para estudiar y preparar oposiciones criticaron ayer a El Faro algunos aspectos de la gestión que está haciendo el servicio de la
situación pandémica, en concreto el “cierre” de algunos espacios que a su juicio “podrían estar abiertos para garantizar más distancia entre personas” o la supuesta falta de
limpieza de los puestos entre los turnos de tarde y mañana.
El director del Área, José Antonio Alarcón, recordó que la normativa sanitaria vigente impone una limitación general de aforo “al 25% del total” y alegó que los recursos de limpieza disponibles “nos han obligado a concentrar el servicio en algunas plantas para poder cumplir con requerimientos como el de limpiar seis veces al día los baños”.
“Actualmente sólo está cerrada la primera planta y la Sala de Infantil, pues la quinta está disponible en caso de necesidad, pero la idea es garantizar la existencia de distancia de seguridad entre usuarios en las otras para maximizar el aprovechamiento de los recursos de limpieza”, explicó.
Alarcón subrayó que “el horario diario se ha recordado de 12 a 10 horas para habilitar un cambio de turno sin solapamiento entre la mañana y la tarde con servicio de limpieza y desinfección de cada puesto, que sólo puede ser utilizado por una persona con cita previa, trabajo que se repite a primera hora de cada jornada” pese a que algunos usuarios dicen encontrarse por la mañana los puestos “como quedaron la tarde anterior”.
“Desde que pudimos volver a operar no hemos registrado ninguna reclamación y estamos pudiendo atender la demanda existente”, añadió el director de la Biblioteca, aunque los estudiantes dicen tener que estar “muy alerta” cada día a las 14.00 horas para “poder coger sitio al día siguiente debido a la escasez de puestos que se ofertan”, que ascienden a alrededor de doscientos si se suman también los de las instalaciones de El Morro.
“Las obligaciones sólo parecen ser para los usuarios”, critica un opositor
Uno de los usuarios críticos con la gestión que se está haciendo en la Biblioteca Pública de la situación pandémica lamentó ayer a ‘El Faro’ que “las obligaciones impuestas parecen afectarnos sólo a nosotros, pues no es raro ver a dos o tres trabajadores en los ascensores cuando supuestamente sólo puede ir una persona, así como con la mascarilla bajada”.
Además, protesta porque “la aplicación de reserva de asientos se abre el día anterior a las 14.00 horas, pero si se reserva y la persona no acude el sistema no permite anularlo lo que imposibilita a los demás utilizar esos huecos”.
La aplicación de reserva “no permite” anular las citas si no se acude
El Servicio alega que ha intentado maximizar el aprovechamiento de sus recursos de limpieza para poder cumplir tanto con las restricciones de aforo (25% del total actualmente) como con las obligaciones de desinfección. Además, se ha visto obligado a establecer cuarentenas hasta para los libros prestados y el edificio del centro cuenta con renovación de aire “cada 20 minutos”.