Jordan Peele revolucionó el género de terror hace un par de años con Déjame entrar, ganando el Oscar a Mejor Guion y aportando un aire fresco de humor en momentos puntuales además de un alto componente de crítica social, en este caso con el ojo puesto en el espinoso tema del racismo en Estados Unidos. Semejante éxito con su carrera tan incipiente y en un tipo de cine muy poco aplaudido por defecto en Hollywood le ha hecho venirse arriba y dado alas para mostrarnos ahora un trabajo de corte parecido, pero aún más personal si cabe. Nosotros es otra sátira en clave de terror psicológico un tanto disparatada en concepción de idea y a ratos alargada innecesariamente que vuelve a cautivar tanto a amantes del género como a curiosos profanos del mismo. La inquietante trama gira en torno a Adelaide, una mujer que acude de vacaciones de verano con su familia (su marido y sus dos hijos) a la casa de su infancia, quizá a rememorar viejos tiempos (¡Error!, claro está). Allí, una noche se topan en la puerta de la susodicha casa con unas extrañas figuras acechando que resultan ser réplicas exactas de ellos mismos, pero con instintos asesinos. Miedito y repullo vivo al canto, tensión garantizada y razón de ser de la película. Si no fuese así, estaríamos hablando de una de miedo de pacotilla. A partir de lo mencionado, se podrá uno imaginar que la historia trata de una lucha encarnizada por la supervivencia entre la familia protagonista (y el resto del vecindario) y los “dobles malignos”. Simple y llanamente lo que se viene a llamar la ley del más fuerte… Peele rueda con dominio de los fundamentos necesarios y se reafirma como director emergente y a tener en cuenta, alejando esa sensación de “ha sonado la flauta” de haber hecho una película con estrella que ha gustado a mucha gente. Y la mirada hacia la crítica comprometida vuelve a hacer su aparición en la alegoría sobre el capitalismo voraz y sobre lo que nosotros mismos podemos llegar a ser si nos dejamos llevar por el lado oscuro que cada uno tiene dentro. Estando en la estela por estilo y por mensaje del anterior trabajo de este realizador, no se trata de una cinta al uso, tampoco es ni mucho menos una propuesta que podamos considerar redonda, puesto que en determinados pasajes las cotas de interés pegan bajones subtropicales, pero en su conjunto podemos asegurar que se trata de una de las propuestas interesantes que la cartelera ofrece estos días de relax de la vida tal y como la conocemos, con sus rutinas y sus zonas de seguridad.
Jordan Peele vuelve a conseguir captar la atención del respetable de la mano de una Lupita Nyongo que está muy convincente en el papel principal. Veremos qué se inventa para la próxima, porque aparentemente se le va acabando la cuerda por esta ya explotada madeja…