Llegadas las fechas señaladas suele ser recurrente la aparición de ciertas películas en televisión que se han convertido en todo un clásico del medio. Son muchos los que las ven con nostalgia o sensación de tradición, otros muchos con cara de hartazgo ante la poca originalidad, o simplemente con el mando de la televisión a la carta en la mano buscando opciones audiovisuales más personales.
Pesadilla antes de navidad, Bad Santa, la saga de Solo en casa… qué les voy a contar de títulos que se suelen poner en Navidad sin mencionar los de la temática en concreto, que invaden con su dictadura todas las cadenas generalistas y también de pago, ahí no hay distinciones.
Igualmente ocurre con los clásicos de Semana Santa, a todos nos viene a la memoria esos Ben-Hur o Espartaco… Precisamente de Espartaco venimos hoy a hablar. La cinta es también una apuesta navideña, porque sirve para roto y descosido, pero no es al título al que nos referimos, sino al propio actor que encarna al personaje. Porque todos los años por estas fechas echamos un ojo al cumpleaños del gran Kirk Douglas.
El único actor vivo ganador de un premio Oscar con más de 100 años acaba de cumplir ¡103! Dos décadas lleva ya uno pendiente de la salud de Douglas y ahí está el tío, sobreviviendo a sus hijos…
Hace ya veinte años que la Academia concedió a Douglas el Oscar Honorífico a toda una carrera, viéndolo octogenario y nunca premiado, por si acaso, pensarían, que en Hollywood cuidan a sus ídolos (aunque Alfred Hitchcock no habría estado de acuerdo), y ahí sigue con su premio en una estantería, celebrando el centenario y traspasando esa mítica barrera.
Kirk Douglas es profesionalmente mucho más que un personaje, mucho más que su inmortal Espartaco. Douglas es también el protagonista de Veinte mil leguas de viaje submarino, El ídolo de barro, Cautivos del mal, El loco del pelo rojo (estos tres últimos papeles, sus tres nominaciones al Oscar), Duelo de titanes, Senderos de gloria, entre otros muchísimos inolvidables trabajos de su, evidentemente, dilatada carrera.
El único actor que queda de la Edad de Oro de Hollywood, de toda la historia el intérprete más longevo junto a Olivia de Havilland (también 103 años) ha decidido pasar la fecha “tranquilamente” junto a su familia, ha declarado su famoso hijo Michael de 5 añazos ya. Sólo faltaba que se lanzase a hacer balconing, pero el caso es que, cuando Kirk superó el siglo de vida, la familia pensó que cada año nuevo merecería ser celebrado por todo lo alto. Sin duda parece una gran idea.
Lleva casado 65 años con su esposa, la centenaria Anne Buydens, la longevidad por bandera. Feliz cumpleaños, señor Douglas.