Se hace bola

No falta Marvel a su cita con la pasta gansa, y un par de veces al año acapara la atención absoluta de la taquilla con sus proyectos enlazados, bien hilvanados en lo argumental y que pretenden que no puedas pasar sin consumir cada uno de ellos para no perder comba. Eso ha ido siendo una virtud, una señal de inteligencia y de saber hacer las cosas que aporta coherencia al producto. Y ha sido así más o menos hasta que Vengadores: Endgame cerró el círculo. A partir de entonces, el susodicho producto se ha escapado bastante de las manos, y los creadores responsables han ampliado tanto sus tentáculos (con las series en streaming, que también aportan a la macro trama general), que la bola de nieve que se ha ido generando, cada vez más y más grande, hace que precisamente bola sea lo que se nos hace a los espectadores, a poco que la línea argumental de un mínimo giro subordinado al resto de las películas, series o lo que sea que se les ocurra lanzar bajo la bandera de “no os lo perdáis, que si no cuesta seguir el hilo”. Pues bien, llegamos a ese punto en el que el hecho de que cueste seguir el hilo hace que los seguidores desconecten paulatinamente su interés. Lo que viene a definirse como “explotar la burbuja”, “exprimir hasta el agotamiento”, “pasarse de rosca”, “estirar el chicle hasta que se rompa”, elijan ustedes según gusto y estado de hartazgo.

Esta tercera entrega de las aventuras de Ant-Man viene a utilizar un personaje con gancho, divertido y diferente, con un actor (Paul Rudd) que lo borda en su papel, en una historieta raruna y bastante tediosa que lo lleva hasta un mundo demencial con seres que parecen haber salido de los descartes de Star-Wars por ser demasiado raritos, que ya es decir.

El reparto está completado por Evangeline Lilly, unos Michael Douglas y Michelle Pfeiffer que se ve que de algo tienen que vivir para acabar haciendo estas cosas, e incluso pasa por ahí en modo de cuasi cameo para acabar de aportar delirio al asunto un Bill Murray que parece no perderse una película demencial.

La propuesta parace mucho más encaminada a resultar ancla de lo próximo a contarnos, con Kang el conquistador como malo de fin de fase, que de proporcionarnos entretenimiento real de manera individual, y se nota bien pronto, en cuanto uno empieza a resoplar viendo el desfile de rarezas como el ser de gelatina que sueña con tener orificios (y eso que se trata de lo poco divertido de la cinta, con ello lo digo todo; ¿dónde ha quedado el buen humor que caracterizaba a Ant-Man?

Si a alguien se le ocurre ir a verla sin tener una idea más o menos clara del Universo Marvel, aborten la misión. Si alguien pretende ir al cine con niños, o con su abuela, aborten la misión. Si usted es un fiel incondicional del personaje y le gustó la buena primera parte, y mejor todavía segunda entrega, aborte la misión, porque esta baja unos cuantos peldaños de interés. Conclusión: la justamente llamada “casa de las ideas”, empieza a mostrar síntomas claro de ausencia de las mismas.

corleonne76@yahoo.es

La ficha

Dirección: Peyton Reed.

Año: 2025.

País: USA. Duración: 125 min.

Género: Fantástico. Ciencia- ficción. Cómics. Superhéroes. Marvel.

Título original: Ant-Man and The Wasp: Quantumania.

Intérpretes: Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, Jonathan Majors, Kathryn Newton, Bill Murray, William Jackson Harper, Katy M. O'Brian, Randall Park, Corey Stoll, Leonardo Taiwo, Paul Fairlie, David Bertucci, Milos Bindas, Clément Osty, Tianyi Kiy, Tony McCarthy.

Guion: Jeff Loveness (basado en el cómic de Stan Lee, Jack Kirby y Larry Lieber).

Música: Christophe Beck.

Fotografía: Bill Pope.

Productora: Marvel Studios, Walt Disney Pictures, Truenorth Productions.

Distribuidora: Walt Disney Pictures.

Estreno en España: 17 febrero de 2023.