¡Ya tenemos Cristo! (A Bernabé, mi padre)

Corría el año 1961 cuando una buena noticia iluminó nuestro hogar: “¡Ya tenemos CRISTO!”. Era mi PADRE quien con total entusiasmo y alegría comunicaba la llegada del nuevo CRISTO de la Hermandad de LAS PENAS: El CRISTO de la HUMILDAD y PACIENCIA, también conocido por ECCE HOMO. Una nueva talla que iba a procesionar por primera vez por las calles de CEUTA, en la primavera de 1961.

Desde siempre mi PADRE fue un enamorado de la Semana Santa, Amén de personas creyentes y practicantes por lo que el fervor por aquella era superior.

Toda mi familia nos educamos en un ambiente cristiano, aunque con los años, al menos yo, mi forma de ver las cosas cambió o bien se transformó permaneciendo ese trasfondo espiritual que nos hace tener valores y caminar con ellos.

Como ya he dicho antes, mi PADRE (que nos dejó hace 49 años) era creyente y todas las mañanas temprano marchaba a misa a la Iglesia de San Francisco. ¡Cuántas mañanas lo veía partir desde mi casa, cuando yo aún permanecía despierta después de una larga noche de estudios! Y como en mi casa se reunían varias compañeras para estudiar, él aprovechaba para desearnos un buen día con el excelente humor que le caracterizaba.

Mi PADRE fue Hermano Mayor de la Hermandad de LAS PENAS durante bastantes años. Cuando llegaba el tiempo de Cuaresma marchaba con sus amigos y colegas a la iglesia para ir preparando todo lo relacionado con la Semana Santa. Para él era un placer organizar todos los preparativos para que nuestra Hermandad funcionara a la perfección. Aunque él amaba profundamente la figura de CRISTO (hasta 1961 el que procesionaba era un CRISTO crucificado), era su VIRGEN de Las Penas la que realmente llevaba en su corazón.

Como se sabe, la COFRADÍA de LAS PENAS procesiona el Jueves Santo. Yo tenía 9 años cuando el ECCE HOMO procesionó por primera vez en 1961, siendo de gran alegría para todos los cofrades y amantes de la figura de CRISTO. Las túnicas de los cofrades, de color rojo y negro (por aquel entonces) y el CRISTO sentado, torso desnudo, con corona de espinas, caña entre las manos y capa roja. La VIRGEN iba acompañada de cofrades con túnicas azul y blanca. Y ahí estaba él, mi PADRE caminando delante de la SEÑORA, con túnica azul y capirote y capa blancos, vara en mano. Como mi familia y yo íbamos a ver los “pasos” desde el balcón de una familia amiga (cruce calle Beatriz de Silva con Serrano Orive) sabíamos quién era mi padre pues él nos decía que cuando vieran a un Hermano Mayor subir y bajar la vara ese era el.

En mi casa de la calle Alfau se repartieron durante varios años las túnicas de nuestra Hermandad. Y allí estaban mis padres, mi abuela, mi hermano e incluso yo entregando la vestimenta cuaresmal a los chicos y chicas que las pedían. Era curioso ver el ambientillo que se formaba en las escaleras de mi piso y en mi misma casa. Resultaba divertido. Sin duda alguna el año 1961 fue muy significativo para la Hermandad de LAS PENAS, con el nuevo CRISTO al que todos recibieron con honores y aplausos.

“¡YA TENEMOS CRISTO, YA TENEMOS CRISTO!” resuenan en mis oídos las palabras de mi PADRE. Desde entonces no ha dejado de procesionar. Yo, cada vez que puedo, me acerco a la Iglesia de San Francisco y hacerle alguna que otra foto. Y recordarlo a él, a mi padre, a quien siempre lo tengo presente en mis pensamientos.

Hace bastantes años y queriendo saber que se siente bajo la túnica y el capirote de un Nazareno, salí la tarde noche del Jueves Santo con mi Cofradía, acompañando al ECCE HOMO (al CRISTO). Túnica y capirote azules. Durante el recorrido sentí que mucha PAZ inundaba mi corazón y me sentí relajada y tranquila. Ni que decir que llevé a BERNABÉ en mi pensamiento todo el tiempo, ofreciendo mi caminata como si con él hubiese estado caminando. El 21 de enero de 1973 fallecería BERNABÉ con tan solo 49 años. Aquella Semana Santa procesionó la Virgen de LAS PENAS con un crespón negro en su palio en recuerdo a mi PADRE.

Hablar de mi PADRE es recordar siempre y recordar bien. Sus últimas palabras antes de fallecer fueron dirigidas a su “virgencita”. TE QUIERO, PAPÁ.

P.D. Un recuerdo a PEPE CASTRO, MANOLO CRESPO, ANDRÉS MONTIEL y JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ (FALY).