Solamente “cuatro o cinco” de los 39
jóvenes marroquíes que
el último fin de semana de abril aseguraron ser menores de edad a su llegada a nado a Ceuta en la serie de entradas que, en apenas 48 horas, dejó más de cien accesos irregulares a territorio español por el mismo procedimiento, ha sido considerado mayor a través de las pruebas oseométricas de edad a las que han sido sometidos, según las fuentes conocedoras de su resultado consultadas por este periódico.
España y
Marruecos pactaron a los pocos días abrir por primera vez la frontera del Tarajal desde su cierre a mediados de marzo del año pasado por la pandemia para proceder de una devolución expeditiva de inmigrantes indocumentados súbditos del Reino alauita.
Primero se expulsó a 63 adultos y después se hizo lo propio con otros 13.
Los 39 que habían asegurado tener menos de 18 años han sido sometidos a pruebas que en casi el 90% de los casos la han cifrado por debajo de esa edad, por lo que deberán quedar bajo la tutela de la administración autonómica hasta que la alcancen y no podrán ser devueltos al país vecino en cumplimiento de la normativa vigente.
La clausura del Tarajal ha permitido reducir de forma drástica el número de niños migrantes solos que están bajo la tutela de la Ciudad, que actualmente ronda los 250 jóvenes,
lo que permitió clausurar el albergue de Piniers.
Un total de 397 entradas durante los 4 primeros meses de 2021
Las Fuerzas de Seguridad contabilizaron durante los cuatro primeros de este año un total de 397 entradas irregulares a la ciudad autónoma, 76 asignadas oficialmente a la “vía marítima” y 321 a la “terrestre”, según la terminología que utiliza el Ministerio del Interior, que reserva la primera para los indocumentados que acceden a territorio español en embarcaciones.
Esta fórmula registró entre el 1 de enero y el 30 de abril un incremento del 69% con respecto al mismo periodo del año pasado, ya afectado en parte por las medidas de confinamiento extremo.
En el caso de la “vía terrestre”, que incluye la superación de las barreras fronterizas bordeando los espigones marítimos, el crecimiento relativo de las entradas se dispara hasta el 115% al haber pasado de 149 a 321.