El acusado de la muerte violenta de un vecino de Ceuta en el interior de su vivienda, ubicada en el Pasaje Diamante, en septiembre de 2016, ha reconocido ante los miembros del Tribunal de Jurado seleccionados este lunes que estranguló a su víctima con ayuda de un cable y que le tapó la boca con un calzoncillo para que no pudiera respirar. Después, tras asegurarse la muerte, se llevó de la vivienda un televisor. Las cámaras de un comercio ubicado cerca de la casa escenario de este crimen lo captaron, de madrugada, cargando con el aparato y arrojando a un contenedor algunos objetos.
Casi cuatro años después de estos hechos, un tribunal no profesional tiene que dictar veredicto en una causa que está bastante clara, ya que se cuenta con una prueba elemental: el propio acusado, un joven marroquí, reconoce los hechos. El Ministerio Fiscal ha pedido, una vez se sepa el veredicto, que le sea impuesta por la Audiencia Provincial una pena de 10 años de prisión por un homicidio y otros tres años y medio por un delito de robo con violencia. Una petición a la que se ha adherido la defensa del acusado, que en el uso de su derecho a la última palabra ha pedido perdón a la familia de la víctima y ha pedido también que pueda cumplir la pena en Marruecos.
Si el Jurado lo tiene claro por el reconocimiento de la víctima, hay más claves en la investigación de este violento crimen que conmocionó a la sociedad ceutí que pueden servir de soporte. Y es que en la vivienda de Pasaje Diamante, la Policía Científica recuperó hasta 16 huellas, cuatro de ellas del autor confeso. Y una, la llamada huella 38, manchada de sangre y recuperada en la parte interior de la cerradura del baño, en donde fue encontrado el cadáver de José Luis Z., representante comercial jubilado de 67 años.
La médico forense ha certificado que la muerte fue violenta y causada por estrangulamiento, pudiendo haber sucedido entre las cuatro y las cinco de la madrugada de ese 9 de septiembre de 2016. El responsable de la UDYCO en aquellos momentos ha narrado que fruto de la investigación se identificó no solo al acusado sino que se supo que se había puesto en contacto también con un hermano esa misma madrugada, aunque nunca se le pudo detener.
Y al autor confeso no fue fácil ponerle las esposas. Se pudo un año después, cuando se infiltró en una patera para huir de Marruecos a Tarifa, pero al tomársele las huellas en la Península saltó una busca y captura de Ceuta. Quiso escapar para evitar su detención en Marruecos pero su estrategia no salió bien.
En la lectura del informe, el Ministerio Fiscal se ha dirigido a los miembros del Jurado para ponerles negro sobre blanco que cuentan con la “prueba más letal” que puede haber en un juicio, que no es otra que el reconocimiento del acusado. Pero además de tener eso, de saber que hubo una discusión previa que terminó en crimen y que este fue muy violento, existe una investigación policial y unas cámaras que lo grabaron con la televisión robada de la víctima.
El material probatorio es abundante y la labor de la Policía Científica fue clave para recuperar huellas relevantes, como esa número 38 encontrada dentro del baño a cuyo interior fue trasladado el cuerpo sin vida de la víctima. El fiscal, cuyo papel es el de hacer justicia, ha expuesto que queda plenamente acreditado cómo fueron los hechos reclamando de los miembros del Jurado un veredicto de culpabilidad para que la familia de la víctima vea que se ha hecho justicia. Esta tarde se les entregará a los miembros del jurado el objeto del veredicto para que puedan comenzar a deliberar.
El trabajo previo realizado por la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta para conseguir la celebración de este juicio con Jurado ha sido importante. Este lunes ha tenido lugar la selección de las personas llamadas a formar parte del mismo, que se han ubicado en distintos puntos de la sala de la Sección VI para mantener el cumplimiento de las medidas de seguridad impuestas en prevención de contagios del coronavirus.
Se ha trabajado mucho para conseguir que pudiera tener lugar la vista con tribunal no profesional, evitando así el cumplimiento de los plazos que podrían haber llevado a una liberación del acusado, que lleva desde 2017 en prisión preventiva. La selección de personas integrantes de este tribunal les ha convertido además en jueces no profesionales por un día, contando con las explicaciones del magistrado presidente de la Sala, Fernando Tesón.
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