La Agencia Europea del Medicamento anuncia este jueves el resultado de su investigación acerca de la vacuna de AstraZeneca. La notificación de casos de trombos de senos venosos cerebrales –un tipo de ictus poco habitual– en algunas personas vacunadas ha provocado la alarma social y ha resucitado el miedo a la vacuna. Según los datos del Ministerio de Sanidad a última hora de la tarde de ayer, en España se han detectado tres casos entre las 975.000 dosis de Oxford inyectadas. En la Unión Europea hay 11. El Faro de Ceuta ha planteado a la doctora Carmen Martín Alonso, vocal de la Sociedad Española de Inmunología, algunas de las dudas que han podido surgir entre la población.
–¿Qué ha propiciado la parálisis de la vacuna?
–En los pocos casos que hay se produce un tipo particular de trombos en lugares un poco infrecuentes con las plaquetas bajas. Como tienen estas características en común, se están estudiando con mucho interés para saber exactamente qué está pasando.
–Si la Agencia Europea dice que estas trombosis pueden no tener relación con las dosis de AstraZeneca ¿por qué se ha detenido la vacunación?
–Por precaución. Siempre que hay algo anormal, aunque sea muy raro y aunque sea aún más raro que en la población general sin vacunar, hay que observarlo. Esto es un sistema básico de farmacovigilancia que hace la Agencia Europea y todas las agencias de medicamentos del mundo de manera sistemática. La diferencia entre la farmacovigilancia de otros fármacos y la de estas vacunas es que no sale minuto a minuto en los medios de comunicación.
–¿Qué perfil tienen los afectados?
–Mayoritariamente mujeres de mediana edad. Pero estamos hablando de un total de 11 en Europa, entonces decir la mayoría dentro de un grupo de 11 es decir muy poco.
–Los que ya se han vacunado ¿tienen razones para tener miedo?
–No lo creo. Hacemos muchísimas cosas mucho más peligrosas que esto. Si lees el prospecto del Paracetamol o del Ibuprofeno, ves que son más peligrosos. Pero si tú conduces tu coche todos los días es infinitamente más peligroso que vacunarse y nadie se plantea dejar de conducir.
–Los que se han vacunado ¿ante qué síntomas deberían reaccionar?
–Cualquier cosa anormal en los días siguientes a la vacunación se debe notificar por precaución, que es diferente de la preocupación. Llamas al 112 y dices lo que está pasando; ya te dirán si debes preocuparte. Y si me preguntas específicamente por las cefaleas asociadas a los trombos veno sinusuales, tienen una característica que es un poco extraña, infrecuente: que cuando la gente se tumba, en vez de disminuir el dolor parece que se acrecenta. Pero no solo este síntoma, con cualquier otro. Si hay algún problema, hay que llamar y consultar. Para nuestra tranquilidad, para que el sistema de farmacovigilancia funcione y por el bien de todos. Además, cuanto antes, mejor, porque es más fácil poner coto a los problemas.
–¿A qué nos referimos cuando decimos ‘síntomas anormales’?
–Puede ser cualquier cosa. Solo una vez en mi vida he tenido respuesta extraña a un fármaco, que fue un antigripal, y cuando me di cuenta había dormido 18 horas seguidas. Eso es anormal. O perder el equilibrio o tener mucho frío o calor. Creo que todos sabemos cuando nos pasa algo extraño.
–Algunas personas vacunadas han sentido efectos secundarios durante uno o dos días. ¿A partir de cuánto tiempo empezarían a ser sospechosos?
–Hay cosas normales después de una vacuna como tener un poco de dolor muscular, un poco de cefalea, tener fiebre; eso es lo que se espera después de una vacuna, lo habitual. Ocurre con muchas de las vacunas infantiles; todo esto existía mucho antes de la época del coronavirus, todo eso no es anormal, es esperable.
–Si se produce este tipo de trombosis ¿es posible recuperarse?
–Si se localizan a tiempo, cualquier tipo de evento tromboembólico tiene mejor salida. Todos conocemos a alguien que se ha recuperado de un ictus. Cuanto antes se toma medidas, más rápida y más completa es la recuperación. Por eso, en caso de tener algún síntoma, mejor preguntar.
–Y ¿qué se haría al encontrarlo?
–Dar anticoagulación en general y sobre todo tener a la gente en vigilancia.
–¿Las personas que toman anticonceptivos o tratamientos hormonales tienen mayor riesgo de sufrir una trombosis con la vacuna?
–Tienen mayor riesgo en general. Si sumas varios factores como la obesidad, el sedentarismo, más aún. La propia covid eleva muchísimo el riesgo de trombos, pero mucho más que la vacuna, de manera llamativa.
–¿Esto se ha tenido en cuenta a la hora de vacunar a alguien con las dosis de Astrazeneca?
–Creo que aquí hay algo que se está transmitiendo mal a la población. Si tú miras el riesgo de efectos adversos en las tres vacunas, la de AstraZeneca no es la que más tiene. Y en cuanto a fenómenos tromboembólicos, creo que las cifras son parecidas cuando las prorrateas por millón de vacunas administradas. Se vigila en todas. Tienen unas recomendaciones para quienes toman una medicación anticoagulación, tiene problemas cardiacos o demás, hay unas recomendaciones diciendo si los índices de coagulación de la sangre deben ser estables, deben vigilarse...
–¿También se han dado estos episodios con las otras vacunas contra la covid?
–Sí. Hay notificaciones, no sé exactamente decir los números, pero se registra todo. Una cosa es que se hayan encontrado en todos los grupos y otra cosa es que la vacuna sea la causa. Si tú sales a la calle y eliges 100.000 personas sin ningún antecedente de ninguna enfermedad, vas a encontrar enfermos tromboembólicos. La Organización Mundial de la Salud recuerda que el tromboembolismo venoso es la tercera enfermedad cardiovascular más común en el mundo.
–¿Entonces compensa seguir tomando la vacuna?
–Claro. Si un problema que es común en la población general desapareciera entonces sería una panacea. Diríamos que la vacuna lo que hace es prevenir los accidentes cardiovasculares. Lo normal es que en los grupos vacunados sigan existiendo las patologías que existían en los grupos sin vacunar. Ahora, ¿que hay que estudiarlo? Sí. Y vigilarlo, igual que se hace con todos los fármacos de la Unión Europea.
–La profesora que ha muerto en Marbella con una hemorragia cerebral ¿podría ser por la vacuna?
–No se puede saber con los pocos datos que hay en la prensa. Sabemos que es una mujer de mediana edad, pero hay mucho más que estudiar. Habría que saber si ha pasado el covid, si ha tenido algún antecedente de problemas cardiovasculares, si fuma… bastantes más cosas para poder valorarlo.
–Este retraso en la administración de la vacuna, para quienes ya se han puesto la primera dosis ¿la segunda va a perder su eficacia?
–No. La pauta de AstraZeneca es la más larga, hicieron ensayos clínicos y se aumentaba, incluso, la eficacia cuando se espaciaba entre 9 y 12 semanas las dosis. No llevamos tanto tiempo vacunando en España y nadie se va a salir excesivamente del plazo.