Aunque las cifras no son ni de lejos parecidas a las de la 'Tardebuena', siguen siendo muchos los ceutíes los que gustan de recibir al año nuevo en las fiestas de cotillón que se organizan en los establecimientos hosteleros con más solera de Ceuta.
El Faro de Ceuta muestra el costumbrismo caballa acudiendo fiel a la cita con esta tradición que se celebra en pareja o en familia, pequeña o numerosa. Lo importante es despedir el año que nos dejó con buen sabor de boca y sin pasar horas en la cocina preparando el menú, llegando así al año nuevo con un brindis y buena compañía, al son de la música en directo con orquesta.
También cumplieron con la tradición nacional de comer las uvas al son de las doce campanadas, ataviados de fiesta y con los complementos típicos del cotillón: gorritos, collares de flores artificiales y matasuegras, a los que este año se añadía en el pack unas gafas simuladas con forma de 2020.