Me dicen algunos amigos que conocen policías municipales que les quitan las multas. Yo no me lo creo. Recuerda a la pareja de Rociiito, un joven guardia civil que se metía en el bolsillo lo recaudado. Hay que ver, qué mala es la gente acusando al Guardia Civil.
Hablas de oposiciones en el ayuntamiento y mis alumnos se lamentan de no tener enchufe; no se quejan de la dificultad del temario y de las pocas plazas, sino de carecer un padrino que los bautice.
También se rumorea que la empresa Hércules goza del beneplácito del consistorio porque sigue licitando con estos mercachifles que no pagan cuando tienen que pagar, que no dan vacaciones cuando tienen que darlas, que deben parné de tres meses a algunas trabajadoras a las que han empezado a cortarles la luz. Para más INRI, tienes que solicitar cita con 72 horas de antelación. Estos hercúleos que fuerzan la desconvocatoria de huelga con engañifas y triquimañas.
Se comenta que el quita y pon de flores al que estamos acostumbrados
se explica porque hay una mano amiga que lleva el negocio con otra mano amiga. Pegúntenlo ustedes mismos. Yo es lo que oigo.
Lo que sí doy fe es lo que me está pasando en mis propias carnes; a saber:
Voy a MUFACE , pego al timbre y no me abren. Oigo personal. Insisto en el timbrazo. Asoma la cabeza una Señora y me espeta: ¿Tiene usted cita? No, le digo, sólo quería preguntarle por unas ayudas de MUFACE. Pues vaya usted a la página Web, me dice la funcionaria. Aquí no lo hacemos.
Vas a la Dirección Provincial de Educación y un guardia jurado me cierra el paso; levanto las manos por si quiere registrarme. ¿ Tiene Cita? Es que la página no funciona, yo le digo con cara de culo, pues aquí sin cita no se entra, es su respuesta.
En Hacienda lo mismo de lo mismo. Veo las salas vacías, sin contribuyentes amedrentados por la parafernalia y el susto de que te riñan o te saquen los colores.
En los bancos más de lo mismo, la cita o el cajero. Ya hay una ONG en la puerta de los bancos atendiendo a los ciudadanos aturullados por la informática
Cita para el médico, cita para pagar el agua, cita para pagar la luz, cita para empadronarse..y que no se te olvide un papel.
El Covid nos ha cambiado. Ya no somos nadie ni nada, números con cita, seres sin rostro, cifras, estadísticas. Todo por internet, cuando funciona. Hasta los sanitarios te ponen el fonendo en el mismo teléfono.
Y aquí , en este día lluvioso, esperando la fisioterapia para una epicondilitis con un dolor que me mata...me dicen que para dentro de no se sabe cuando, que ya me llanarán.
Antes oída en una corrida taurina: Cita al toro, maestro.
Hasta los toros son citados.
No somos nadie, y menos en bañador.