Con un generador y el acompañamiento permanente del ruido que provoca este grupo electrógeno. Así llevan trabajando todo este miércoles los empleados
de la asesoría legal que gestiona la abogada Miriam Casas, ubicada en el centro de Ceuta, desde que a las nueve de la mañana se toparon con que se les había
cortado el suministro eléctrico. Una decisión adoptada por la empresa de alumbrado sin haberlo preavisado, sin haber cursado una notificación del cese de dicho suministro y cuando todos los recibos están abonados. Las compañías no pueden cortar la luz a sus clientes sin un aviso previo salvo excepciones como una avería, que no es el caso, o la detección de alguna incidencia irregular, que tampoco. Los hechos ya han sido denunciados en el juzgado de guardia por parte de la afectada. A la suspensión del suministro se suma la tardanza en volver a facilitar la corriente eléctrica a la asesoría, un plazo aumentado desde que la central de dicha empresa ya no radica en Ceuta sino en la Península. Diez días, le han dicho. Un disparate para una entidad que trabaja mañana y tarde y que tiene que atender a sus clientes en estas condiciones, habiéndose visto obligada a suspender citas ya previstas al no poder prestar servicio en estas condiciones.
Una de las puertas que tiene el local no puede siquiera abrirse y se tiene que acceder por la otra, en cuya entrada se ha ubicado un generador que se ha tenido que alquilar a una empresa para alimentar así de corriente al local, posibilitando que los empleados al menos pudieran trabajar aunque sea en estas condiciones, con un ruido permanente, para realizar las labores propias de una asesoría sin causar perjuicios externos. El caso ya está judicializado pero lo que queda en evidencia, lo que asoma de trasfondo en toda esta historia, es cómo se puede anular el suministro a una empresa obligándola a mermar su atención al público sin que se haya preavisado de dicho corte para comunicar la razón del mismo. Miriam Casas confía en la recuperación de la normalidad en breve para dejar atrás esta injusticia vivida ahora en primera persona por su responsable.